En 2013, por un principio de incendio, el edificio de calle 44 e/ 5 y 6 del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 9 (ISFDyT9) de La Plata tuvo que ser evacuado y posteriormente clausurado, lo que significó también una reubicación de los estudiantes y docentes en diferentes casonas de la ciudad. Lo que pretendía ser algo momentáneo hasta la construcción de un edificio nuevo se convirtió en algo permanente en sedes que hoy presentan problemas de electrificación, caída de techos y pérdidas de gas.
El ISFDyT9 comprende cuatro sedes: Fonoaudiología (6 e/ 45 y 46), Psicopedagogía (funcionando en horario nocturno en la Escuela Primaria N° 37), Lenguas, Inicial, Primaria (5 e/ 43 y 44), con clases suspendidas, y la Sede Especial (2 e/ 46 y 47), con clases públicas ante la peligrosidad que genera estudiar en estas condiciones.
“Hay dos casas que tienen más de setenta años. Se les ha ido agregando aulas y diferentes materiales, pero por el estado de vejez se han vuelto de complicada habitabilidad. La sede de calle 5, por ejemplo, en toda la planta alta se llueve, tiene filtraciones, corre agua por las paredes. Hay desprendimiento de cielorraso, pintura, y también se han generado muchos cortocircuitos”, explicó a Contexto José Kiefel, delegado de Suteba en el ISFDyT9. En otras sedes reconoce caída de ladrillos, clases en sótanos, falta de mantenimiento en las calderas, entre otros problemas que se complementan con un hacinamiento de los más de dos mil estudiantes.
“Esas casonas no están aptas para funcionar como un Instituto de Formación Docente”, explicó a Contexto Natalia Godoy, vicepresidenta del centro de estudiantes del ISFDyT9, uno de los espacios que en asamblea determinó la suspensión de cursadas y, en el caso de la sede de calle 2, trasladar las clases a las calles.
“Decidimos no ingresar en estas condiciones. Se vuelve una trampa mortal. Entramos ahí y no sabemos si salimos”, consideró Godoy, quien explicó que, hasta tanto se avance con la construcción de un edificio único, exigen condiciones dignas para estudiar y que se garantice la integridad de estudiantes y docentes.
Según explican, a pesar de los constantes reclamos no hay respuestas. Durante la gestión anterior se ha llamado a tres licitaciones para avanzar sobre el edificio, pero no han prosperado. Con la llegada de María Eugenia Vidal y de su ministro de Educación Gabriel Sánchez Zinny, la comunidad educativa del Instituto presentó un informe sobre la situación que atraviesan, pero las respuestas son casi nulas.
“El consejo que se tiene que ocupar de la infraestructura viene, arregla algo y se va, pero no hay nadie de provincia que esté pensando en la Educación Superior, mucho menos que esté pensando en el ISFDyT9. No hay nada, nada. Los institutos en general están muy a la deriva: toda la educación pública está a la deriva”, consideró Kiefel. “No hay políticas, parece una política deliberada de destrucción”, agregó.
En este marco, además de las cuestiones edilicias, Kiefel destacó que los estudiantes de Educación Superior, pertenecientes muchos de ellos a sectores populares, no tienen suficientes becas ni cuentan con el Boleto Estudiantil ni con comedor. “El Estado no es que abandonó, sino que así es para los pobres: es la precariedad”, consideró el referente de Suteba.
El próximo martes, la comunidad educativa del ISFDyT9 se movilizará a gobernación con otros institutos de la ciudad, así como también con estudiantes universitarios y secundarios, para reclamarle al Ejecutivo provincial mejoras en la infraestructura de estas instituciones así como mayor presupuesto. “Hacemos completamente responsables a la gobernadora Vidal y al ministro Sánchez Zinny del ajuste que estamos viviendo en la educación pública en general”, explicó Godoy.
