Empoderarse para seguir transformando

Por Lucía García Itzigsohn y Lisa Solomin

Lo que nadie va a poder opacar en relación al 30º Encuentro de Mujeres es lo que estar ahí significó para las más de 60 mil mujeres –muchas de ellas por primera vez– que se tomaron tres días para pensarse, preguntarse, cuestionarse y ponerse en primer plano.

Victoria Montenegro es hija de militantes desaparecidos durante la dictadura, nieta restituida, militante de la agrupación Kolina y titular de la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres del Consejo Nacional de Mujeres. Victoria cuenta que no hace mucho que hizo propia la lucha por los derechos de las mujeres. “El de Mar del Plata es el segundo Encuentro de Mujeres en el que participo. Yo no vengo de la lucha del feminismo, vengo de la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia y no de lleno de la lucha de los movimientos de mujeres. La verdad es que por mi formación y por mi historia siempre lo vi muy desde afuera, como algo muy lejano a mi vida. Me involucré a partir de la militancia y de la gestión, primero en Desarrollo Social, con diferentes políticas que trabajaban la temática de género, y este año en el Consejo Nacional de Mujeres”.

– ¿Cómo viviste el Encuentro Nacional de Mujeres de Mar del Plata?

– Del año pasado a este veo un crecimiento enorme, sobre todo dentro del Frente para la Victoria, en lo que hace a la discusión, y lo vemos en nuestras propias compañeras. Están muy empoderadas. Cuando una lo ve de afuera piensa que es un encuentro más, y cuando lo vivís es impresionante cómo te cambia. Te cambia como mujer porque te abre otros universos, te permite discutir desde otros lugares, ir viendo las diferentes situaciones de diferentes mujeres de acuerdo a sus realidades. Yo lo veo como un crecimiento enorme, te empodera, es muy rico y después obviamente el desafío es salir y seguir multiplicando. Es increíble las ganas ya de muchas de las compañeras que se quieren organizar para el próximo año. Y tiene que ver con la lucha de todas esas compañeras que desde siempre vienen empujando para que la política de género esté dentro de las políticas que llevamos adelante como país; pero también tiene que ver con lo que conquistamos entre todos nosotros, y que todo ese reclamo y esa lucha la tomó Néstor, la continuó Cristina y se volcó en políticas concretas que nos permiten estar acá hoy dando este tipo de discusiones. También hay una madurez que vamos teniendo como mujeres, como militantes políticas, y un empoderamiento muy fuerte.

«veo un crecimiento enorme, sobre todo dentro del Frente para la victoria, en lo que hace a la discusión, y lo vemos en nuestras propias compañeras. Están muy empoderadas.»

Algo particular que nos pasó este año y que nos llena de orgullo es que muchas de las compañeras del programa “Ellas hacen” están participando esta vez del encuentro de mujeres, y eso es una síntesis de estos doce años de gobierno. Mujeres que hasta hace dos años eran víctimas de situaciones de violencia terribles hoy tienen la independencia económica, pero sobre todo la independencia psicológica de poder entender que tienen derecho a dar esas discusiones, a ocupar esos espacios, a dejar a sus hijos, porque también para muchas de esas compañeras su única función antes de empezar el programa era ser mamás. A mí también me pasa, a veces el ser madre es EL mandamiento. Sos madre por sobre todas las cosas y nos olvidamos de que somos mujeres. Entonces, ver a estas mujeres compañeras discutiendo políticamente, participando, compartiendo sus experiencias de vida y no desde el lugar de victimas sino de mujeres totalmente empoderadas en sus derechos con una historia difícil pero que pudieron sobreponerse a partir de ese piso, tomar esa historia y convertirla hoy en militancia y en lucha sinceramente me produce  mucha emoción.

«muchas de las compañeras del programa ‘Ellas hacen’ están participando esta vez del encuentro de mujeres y eso es una síntesis de estos doce años de gobierno. Mujeres que hasta hace dos años eran víctimas de situaciones de violencia terribles hoy tienen independencia económica, pero sobre todo independencia psicológica.»

En lo personal me pasó durante todo el encuentro que compañeras venían a abrazarme y me decían: “Soy de la generación de tu mamá”. Y ahí entendés que si esas compañeras que estuvieron ahí poniendo el cuerpo y luchando para que no pasara lo que pasó en nuestro país y que tienen semejante historia de lucha y de perdida hoy están acá felices de que nosotras sigamos este camino quiere decir que estamos bien, que vamos bien. Cuando ves la plaza y ves la generación de mujeres que lucharon históricamente, estamos nosotras y está la juventud, las adolescentes discutiendo apasionadas, decís: bueno, hemos abierto un camino importante en estos doce años. Y estoy segura de que este es el piso. Que vamos a seguir construyendo un país mucho mejor para las futuras generaciones de mujeres y varones.

– ¿Cómo ves los espacios de lucha por los derechos de las mujeres en los movimientos políticos?

– Hay una realidad: nosotros no teníamos en el FpV un espacio de género. No teníamos, no lo discutíamos, parecía que la política pasaba por otro lado y que este era un tema menor. Creo que lo que pasó a partir de la convocatoria del «#NiUnaMenos» sacudió. Algunos ya veníamos trabajando, pero para otros compañeros fue una interpelación muy fuerte. Tiene que ver con algo que se estaba gestando, que estaba ahí, que estaba creciendo y que no se veía, y tiene que ver con el rol de las mujeres como protagonistas, de las acciones políticas, de la gestión, disputando espacios, no porque sí, sino para ser la voz de otras compañeras que vienen atrás necesitando que estemos en esos espacios para poder ir cambiando y transformando algunos desafíos que tenemos por delante.

Estoy muy feliz de participar en este encuentro junto a tantas compañeras de todas las fuerzas políticas. Nosotras hemos convivido estos días en el mismo espacio con mujeres de otras fuerzas que no coinciden con el Gobierno, y sin embargo fue todo muy bien, con mucho respeto, porque una viene acá a discutir otras cosas. Y la discusión y la acción es lo que te pone por encima de todas las diferencias. Estoy muy pero muy feliz de ser parte de este momento histórico.


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