El Gobierno enfrentó su primera prueba de fuego tras revelarse el supuesto sistema de recaudación que vinculaba a Karina Milei en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y sufrió un duro revés en Corrientes. Allí, La Libertad Avanza terminó relegada al cuarto puesto en las elecciones provinciales, que consagraron al oficialismo radical.
La estrategia electoral diseñada por Karina Milei —principal armadora de LLA junto con Martín y “Lule” Menem, también implicados en la causa ANDIS— fue un rotundo fracaso. Lejos de tejer alianzas, el espacio libertario decidió apostar por un candidato propio: el diputado provincial Lisandro Almirón, quien terminó cuarto. El primer lugar lo ocupó el oficialismo de Juan Pablo Valdés, seguido por el peronista Martín Ascúa y el radical disidente Ricardo Colombi.
Con esta decisión, La Libertad Avanza dejó pasar la oportunidad de asegurarse un festejo en la antesala de las elecciones bonaerenses. Almirón apenas cosechó el 10 % de los votos, frente al 50 % obtenido por el oficialismo provincial. El triunfo de Valdés, hermano del actual gobernador, fue celebrado con fuerza no solo por la UCR local, sino también por la coalición Provincias Unidas, integrada por mandatarios y referentes que no cerraron filas con Milei y que aseguran sentirse ninguneados por el Presidente. En el escenario estuvieron el santafesino Maximiliano Pullaro, el chaqueño Leandro Zdero y el exgobernador cordobés Juan Schiaretti.
En Corrientes, la propia Karina Milei había encabezado el cierre de campaña con una caravana que terminó en disturbios, en una postal similar a lo ocurrido días atrás en Lomas de Zamora. En este marco decidió no viajar al cierre de los comicios y en el bunker violeta terminó semivacio con el clima derrotista reinante.
Ahora, el Gobierno deberá enfrentar su próximo desafio el 7 de septiembre, cuando las y los bonaerenses vayan a las urnas para elegir a sus legisladores provinciales.