El Senado convirtió en ley el financiamiento a las industrias culturales por 50 años más

Con 57 votos a favor, 2 negativos y 9 abstenciones, la Cámara Alta convirtió en ley la prórroga por cincuenta años de las asignaciones específicas para el sostenimiento de actividades culturales, que vencían en diciembre de este año.

La votación fue seguida de cerca por el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, que en la previa señaló: «Ya obtuvimos el cincuenta por ciento de la sanción en Diputados, y ahora estamos seguros y con mucha esperanza de que vamos a lograr la media sanción en el Senado para dejar atrás esa calamidad que hizo el gobierno anterior y lograr por cincuenta años más estas asignaciones específicas para la cultura nacional, para el apoyo y desarrollo de la cultural nacional y de las bibliotecas públicas».

También hubo una importante movilización de sectores de la cultura, entre ellos el cine, las radios comunitarias, la música y el teatro, quienes venían advirtiendo de los riesgos que traía el vencimiento establecido bajo la gestión de Mauricio Macri. Sin ir más lejos, el radicalismo acompañó la medida, mientras que los votos negativos y las abstenciones correspondieron al PRO.

El proyecto extiende hasta el 31 de diciembre de 2072 la vigencia de las asignaciones específicas previstas en los incisos b), e) e i) del artículo 4 de la Ley Nº 27.432: gravamen de emergencia a los premios de determinados juegos de sorteo y concursos deportivos previsto en la Ley Nº 20.630; impuesto a las entradas de espectáculos cinematográficos y sobre los videogramas grabados previstos en la Ley Nº 17.741; e impuesto a los servicios de comunicación audiovisual previsto en la Ley Nº 26.522.

La presidenta de la Comisión de Educación, la oficialista sanjuanina Cristina López Valverde, abrió el debate diciendo que «la cultura es una dimensión vital de la democracia». «Debemos trabajar en aras de la democratización de la cultura y de una cultura democrática», aseguró. Además, habló de que la «industria cultural consolida la soberanía cultural» que «no puede voltear ninguna guerra».

Por su parte, el radical porteño Martín Lousteau argumentó que «nadie es dueño de la cultura», y resaltó el movimiento económico que genera el arte. «La cultura es 2,38 puntos del PBI, el 1,8 % del total del empleo en la Argentina. Solo los servicios audiovisuales son el 0,4 % del PBI», enumeró.

En cambio, la representante del PRO por Córdoba, Carmen Álvarez Rivero, dijo «sí a la cultura, no a la irresponsabilidad presupuestaria», porque, según calificó, «las asignaciones específicas serán nuevamente un zarpazo del Ejecutivo nacional sobre los fondos coparticipables».

La oficialista mendocina Anabel Fernández Sagasti aseguró que «desde diferentes bancadas pedimos el compromiso del Ejecutivo nacional para que se comprometa a que en la reglamentación haya un piso del 30 % de los recursos para que sea distribuido entre las provincias». «Esto será así, hasta tanto nosotros saquemos la nueva ley que estamos trabajando entre todos», precisó.


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