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El “Pozo de Quilmes”: la construcción de una memoria colectiva

Por Mirta Taboada

En uno de los micros que se dirigía a la jornada colectiva en la Plaza de Mayo, por el cumplimiento de los 40 años del 24 de marzo, los celulares de quienes viajaban empezaron a sonar al unísono. «Esto no puede ser», decían. Al principio pensaron que era una broma, pero distintos medios les confirmaron que era cierto. Al intendente del distrito quilmeño le habían preguntado, durante una Sesión Especial por la Memoria Histórica en el Concejo Deliberante de Quilmes, y en la víspera de aquella Plaza multitudinaria, por el destino del ex “Pozo de Quilmes” y había respondido como si la pregunta hablara de un bache literal, un bache asfáltico, como si acaso fuera un bache en su propia memoria.

“Francamente, para los que estamos comprometidos en la militancia por los derechos humanos nos estaban clavando un puñal en las tripas”, dice Viviana Viviana Buscaglia, secretaria de derechos humanos de la CTA Quilmes y docente coordinadora del Programa Jóvenes y Memoria, detalla la razón:

“El ‘Pozo de Quilmes’ lo hemos trabajado: se hicieron señalizaciones, actos. Hace dos años estuvo Emilce Moler sobreviviente en la llamada “La Noche de los lápices, fue un acto masivo la última señalización [en 2014,con un rol activo de la Intendencia de Francisco “Barba Gutiérrez” (FpV) y de la Subsecretaria de derechos humanos Lila Mannuwal]. Todos los que venimos de los derechos humanos lo conocen, pasaron un montón de compañeros de Quilmes por ese lugar, tenemos el caso más emblemático de la condena que aún falta a Bergés [ex médico de la Policía Provincial, condenado por su participación el Circuito Camps], por ese CCD pasó Silvia Isabella Valenzi [madre de Rosa Isabella Valenzi, nacida en 1977 en el Hospital de Quilmes y en cuya apropiación intervino Bergés]. Es increíble. Fue muy duro porque uno dice: si fue desconocimiento, es aberrante.”

El apartado titulado “Centros Clandestinos de Detención”, que puede consultarse online en la sección “Derechos humanos” de la página institucional del Municipio de Quilmes (http://www.quilmes.gov.ar/) detalla que el “Pozo de Quilmes” está “actualmente ocupado en parte por la Brigada Femenina de la Policía Provincial, en la intersección de Allison Bell y Garibaldi de nuestra localidad, cumplió una función específica dentro del circuito de centros clandestinos de la Provincia de Buenos Aires (conocido como “circuito Camps”), como eslabón de “depósito de prisioneros”, lugar de obtención de información, y uno de los pasos previos a la decisión sobre el destino de cada detenido-desaparecido: el traslado final (asesinato) o la “legalización”, para la cual pasaba por alguna comisaría y luego era destinado a algún penal”.

A raíz de la respuesta del Molina, consultado sobre la posibilidad de que el lugar sea destinado como Centro de Memoria, la tarde del pasado 25 de marzo distintos colectivos culturales, sindicales y militantes en derechos humanos se autoconvocaron en una jornada donde se volvió a señalizar el edificio ubicado en las calles Garibaldi y Allison Bell, en el radio céntrico de la ciudad.

La primera señalización había sido dos años antes: “AQUÍ FUNCIONÓ EL CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN Y TORTURAS ‘POZO DE QUILMES’”, anunciaba el cartel. A continuación, se sintetizaba la historia del lugar como CCD por el que pasaron 250 personas, la vinculación con el “Circuito Camps” y el “Plan Cóndor”, los intentos por borrar las marcas identificatorias del lugar y las condenas en el marco de la Causa Camps, aún pendientes para los casos del “Pozo de Quilmes”. Un año antes se habían señalizado las instalaciones del también ex CCD quilmeño “Puesto Vasco”, ubicado en Pilcomayo 59, en las cercanías a la estación de tren de Don Bosco.

Las identificaciones que asumió en ese momento el Municipio de Quilmes iban en línea con lo establecido por la norma nacional 26.691, (2011) que declara Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado, y la provincial 13.584 (2006) de preservación e identificación de los lugares que funcionaron como CCD durante los años del terrorismo estatal.

“La señalización tiene como objetivo marcar que es lo que pasaba ahí y que sea un espacio con una forma de gestión, estamos en ese debate”, explica Eva Ramírez, diputada provincial por el Frente para la Victoria. “Desde el Municipio, cuando estaba Lila Mannuwal como Subsecretaria de derechos humanos, empezamos trabajando en un proyecto para generar un Espacio de la Memoria. Venimos desde el año pasado pensándolo y, en el caso de Lila, la intención siempre fue lograrlo mediante una ley, más allá de la decisión municipal”, agrega.

Ramírez expresa que la voluntad de acompañamiento que Molina expresó luego, tras la repercusión que tuvo su respuesta, “lo ha dicho en los medios, ni siquiera de parte del espacio de la Subsecretaría de derechos humanos nos han contactado y no han expresado una reafirmación de eso”.

Un proyecto de memoria colectivo

Lejos de ser un proyecto individual, la diputada provincial manifiesta que la idea fue “trabajar con distintas organizaciones interesadas en el tema para que surja el proyecto de ley y sea uno trabajado fuertemente a nivel social y colectivo, que no sea un proyecto generado específicamente desde un legislador sino trabajado comunitariamente.”

Asimismo, explica que lo que se discute es “que sea un espacio que tenga que ver con el tema de memoria y de derechos humanos, que tenga un rol educativo. Eso es lo que hemos puesto en debate: cuál va a ser la forma de gestión y el contenido. Si bien nosotros podemos tener una idea, lo que esperamos para ese espacio es justamente poder ponerlo en esta mesa donde estamos todos sentados. Sería una especie de foro donde estamos discutiendo el proyecto de ley. Hay una próxima reunión que es el 5 de abril, y la idea es darle la forma definitiva, ir trabajándola y debatiéndola entre los distintos espacios.”

diputada eva ramirez: «la idea fue trabajar con distintas organizaciones interesadas en el tema para que surja el proyecto de ley (de señalización del ´pozo´) y sea uno trabajado fuertemente a nivel social y colectivo, que no sea un proyecto generado específicamente desde un legislador sino trabajado comunitariamente”

Para el desarrollo del proyecto se tomó un marco de investigación donde una experiencia guía en la instancia de pensar la gestión del lugar una vez expropiado, de acuerdo a la diputada Ramírez, la constituye la de la Comisión Provincial por la Memoria, y la del Espacio Memoria y Derechos Humanos, que resignificó las instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, aunque aclara que “cada uno de estos lugares ha tenido una marca que lo hace de por sí un espacio a debatir, no puede ser un molde que se copie de un lugar a otro. Justamente por eso nosotros lo estamos poniendo en debate.”

En ese sentido, para Buscaglia el proyecto “fue muy discutido sobre una base que Eva propuso empezamos a sacar, a agregar… esta cosa de la horizontalidad, de los que tienen confianza, de los que pueden laburar en conjunto. Desde ahí dijimos vamos a una ley que lleva un patrimonio del conjunto de las organizaciones y a la que todos podamos hacer nuestros aportes y poner nuestra mirada.”

Como se evidencia en el fragmento citado de la página institucional del municipio quilmeño, el lugar está atravesado por las tensiones de ser una dependencia policial en funcionamiento. Al respecto, la diputada provincial sostiene: “Nosotros sabemos que es complejo el proyecto porque hoy está ocupado por la Brigada, ahora, creemos que si hay una determinación y una decisión política se puede llevar adelante, claramente. Sabemos en este caso que la Gobernadora [María Eugenia Vidal] se ha comprometido en seguir con los programas de memoria y continuar con los juicios de lesa humanidad. De alguna manera este proyecto va en consonancia con lo que ha dicho específicamente en la Legislatura, cuando fue el inicio de sesiones, sino también que es lo que ha dicho en distintos medios.”

En cuanto a la expropiación, para Viviana Buscaglia “la solución es que le busquen otro lugar donde trasladarse. Desconozco la interna policial, lo que pudimos recoger con los jóvenes que trabajaban ahí es que ellos no lo reconocían como un centro clandestino de detención. Fue muy particular y estaría bueno profundizar los imaginarios de la gente que trabaja en ese lugar”.

La referente en derechos humanos manifiesta que en las declaraciones del intendente, “lo que dice él es que él está de acuerdo, que sabe que el FpV va a presentar un proyecto de ley. Por lo tanto si él está de acuerdo, si María Eugenia Vidal dijo que se ponía a disposición en todo lo que tuviera que ver con archivo y ratifica la política de derechos humanos, entonces entiendo que en esta línea no debería haber ningún obstáculo en la legislatura y que el proyecto se va a presentar, enriquecer con el debate y deberíamos, en breve, estar teniendo una respuesta favorable”.

buscaglia: “la solución es que le busquen otro lugar donde trasladarse. Desconozco la interna policial, lo que pudimos recoger con los jóvenes que trabajaban ahí es que ellos no lo reconocían como un centro clandestino de detención»

Ramírez se refiere a la importancia social que tienen políticas como la que intenta hacer del ex “Pozo de Quilmes” un Espacio de Memoria: “Estela de Carlotto planteaba el otro día [durante la presentación en Quilmes del libro ‘Laura. Vida y militancia de Laura Carlotto’], que cuando hablamos de derechos humanos no hablamos sólo del pasado, es el pasado en la construcción de este presente. La idea tiene que ver con eso, con que los derechos han sido recuperados, reafirmados durante todos estos años y la idea es afianzarlos y pensar en todo aquello que todavía falta.”

 

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