“El Plan FinEs no es un final, es un comienzo”

Foto: Luciana Demichelis

Docentes, talleristas, egresados, referentes y estudiantes del Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FinEs), realizaron ayer la jornada “En defensa del FinEs”, en una plaza céntrica platense para expresar su compromiso para sostener una política pública que desde su creación por el Estado nacional en 2008 logró que 650 mil estudiantes del país terminen sus estudios secundarios. En el escenario pre balotaje mostraron su apoyo al candidato del FpV Daniel Scioli como el garante político para la continuidad del programa.

“Que no nos quiten el derecho a la educación pública”, dijo una estudiante con micrófono en mano, detrás de las carpas montadas por los organizadores. La jornada del FinEs se llevó a cabo junto con la otra jornada de la tarde, la de ciencia, unificadas por tener un mismo objetivo: defender la educación y el trabajo. La jornada de ciencia contó con la presencia de investigadores, alumnos, docentes de la UNLP y becarios del CONICET, que asistieron a la plaza para demostrar a partir de la movilización la importancia de estas políticas de Estado para el desarrollo soberano del país.

“Que no nos quiten el derecho a la educación pública”

La jornada del FinEs consistió en la realización de actividades creativas de los estudiantes de primer año del plan, con ideas que venían trabajando en sus clases. Pintaron banderas y carteles con consignas que aludían a la educación pública como un derecho humano: “El Plan FinEs no es un final, es un comienzo”, “que no sea el fin; es nuestro futuro”, eran algunas de las frases expuestas a la vista de los transeúntes.

“El finEs es parte de un modelo de Estado que se hace cargo de las políticas públicas y el reconocimiento de los estudiantes como sujetos de derecho, el derecho a la educación”, dijo a Contexto Ariel Benavente, tallerista territorial del FinEs y uno de los organizadores de la jornada.

“Salimos a la calle para mostrar a los demás en qué consiste el FinEs; preguntarnos por qué tantas personas fueron excluidas de la educación formal y cuál es la importancia del plan para la inclusión social, de cara a un balotaje en el que hay dos modelos de país en disputa”, agregó.

“El fines es parte de un modelo de Estado que se hace cargo de las políticas públicas y el reconocimiento de los estudiantes como sujetos de derecho, el derecho a la educación.”

“El FinEs es la restitución de un derecho que tenemos que defender y es también una fuente de trabajo de los talleristas y docentes, por eso hoy estamos en la calle. Y sabemos que Daniel Scioli es el camino para continuar con este programa”, sostiene a Contexto Sonia Spanevello, coordinadora del FinEs en la región 1 de La Plata, Berisso y Ensenada.

“En el FinEs, el docente acompaña a los estudiantes con un diálogo horizontal que recupera sus experiencias y saberes, porque son personas adultas que vienen con su recorrido.»

Otras de las caras del FinEs es la posibilidad de trabajo que les da a los docentes y el vínculo pedagógico que estos establecen con los estudiantes, propio de la educación popular y distinto de aquel de la educación formal.

“En el FinEs, el docente acompaña a los estudiantes con un diálogo horizontal que recupera sus experiencias y saberes, porque son personas adultas que vienen con su recorrido. A su vez se arma un plan de estudio en conjunto, y no un programa que viene de arriba y hay que acatarse. Es importante ver sus intereses, buscar materiales con ellos y moldear el cronograma de clases de acuerdo a sus respuestas”, afirma la docente del FinEs Luciana Morini.

La triste cara del FinEs en Capital Federal

El plan FinEs de entrada no tuvo aceptación por el gobierno de Mauricio Macri en la Capital Federal. Mientras que en la provincia de Buenos Aires hay 10 mil comisiones con 4 mil sedes de estudio, lo que representa el 80% de la matrícula nacional, en la capital hay sólo treinta comisiones en toda la ciudad. Su postura responde a una perspectiva elitista de la educación, que entiende que el FinEs posee una educación de “baja calidad”, motivo que echa por tierra su función inclusiva de inserción al trabajo de los egresados y satisfacción por terminar los estudios.

El plan FinEs fue creado como una política pública del Estado nacional a través de su Ministerio de Educación en 2008. Desde su puesta en práctica hasta diciembre de 2014, se han adscripto 1.800.000 estudiantes y egresaron gracias a esta política educativa 650 mil. A su vez, dando cuenta del carácter social inclusivo de este programa, los egresados tienen la posibilidad de continuar sus estudios terciarios y universitarios, gracias a la reciente aprobación en el Congreso de la ley que resuelve garantizar la gratuidad de la Educación Superior.

Esta medida fortalece la presencia del Estado en el financiamiento de la Educación Superior en las Universidades públicas en todo el territorio nacional, al tiempo que la considera un “bien público” y un “derecho humano”. Esta ley, cuyo proyecto fue elaborado por la diputada nacional Adriana Puiggrós (FpV), modifica puntos clave de la Ley 24.521 de Educación Superior, con vigencia desde 1995, en gobierno menemista.

Con esta nueva ley, el PRO mostró una vez más su postura frente a la educación pública: en 2013 votó en contra en Diputados, mientras que ahora sus senadores nacionales, Gabriela Michetti y Diego Santilli, se ausentaron.

La historia de Nancy

Nancy Echeverría tiene 37 años y egresó en 2014 del FinEs. Lo cuenta como uno de los momentos más significativos de su vida, y por eso está en la plaza junto a ex compañeros y docentes.

El FinEs fue creado como política pública para sanar (en parte) el desmantelamiento que el neoliberalismo produjo en la educación pública en Argentina. La convicción política para rechazar que ese modelo privatizador y excluyente retorne es el aire que se respira en la plaza y que atrae a los autoconvocados, entre ellos a Nancy.

En 1993, Nancy cursaba los últimos años de secundaria cuando sus estudios se vieron interrumpidos: su padre quedó sin trabajo por las políticas de recorte del Estado neoliberal y tuvo que salir a trabajar.

En 1993, Nancy cursaba los últimos años de secundaria cuando sus estudios se vieron interrumpidos: su padre quedó sin trabajo por las políticas de recorte del Estado neoliberal y tuvo que salir a trabajar. Eran diez hermanos en la casa y había que ayudar con la olla.

Pasaron los años, fue madre y continuó trabajando. “Muchas veces después intenté retomar el secundario, pero con hijos se me hacía muy difícil. En 2013 arranqué el programa Ellas Hacen (política pública que depende del Ministerio de Desarrollo Social y capacita a mujeres para ingresar al circuito laboral). Ahí me enteré en qué consistía el FinEs, al que podía ir dos veces por semana a terminar la escuela, y eso me permitía trabajar y estar con mi familia”.

“Cuando comencé sentía muchos miedos e incertidumbres porque habían pasado muchos años, pero en poco tiempo me solté a hablar con los profesores e interactuar con mis compañeros, construir ideas juntos y trabajar en grupo. Todo eso me cambió mucho”.

“Hoy estoy acá para apoyar al FinEs con toda mi decisión, porque sin el programa no hubiera podido terminar mis estudios.»

“Hoy estoy acá para apoyar al FinEs con toda mi decisión, porque sin el programa no hubiera podido terminar mis estudios. Y también porque quiero más inclusión y no que vengan a privatizar y dejar afuera a la gente. Yo quiero vivir en un país que incluya no sólo a los de arriba, también a los vulnerados. Hoy me siento incluida en la sociedad, trabajo en la construcción de un barrio con el Ellas Hacen, y para febrero del año que viene ya me anoté para arrancar a estudiar en la Facultad de Arquitectura”.


 

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