El paro de la CGT y las CTA promete ser contundente: «Es una jornada de resistencia y reclamo»

La medida de fuerza incluye un amplio abanico de actividades y se espera que tenga alta adhesión. Ante este panorama, el Gobierno salió a tratar de deslegitimar la protesta.

A un día del paro general que abarcará a todo el arco gremial contra la política económica y la reforma laboral del Gobierno de Javier Milei, la central sindical CGT y las dos CTA sostuvieron que la medida de fuerza es en «defensa de los derechos laborales, previsionales y del modelo sindical», y agregaron que también tendrá como eje «el salario digno y el empleo con derechos laborales».

«Es una jornada de resistencia y reclamo, por las necesidades que deben se atendidas y reparadas», sostuvieron las centrales sindicales en un comunicado conjunto donde denunciaron el ajuste sobre sectores vulnerables, los despidos masivos y la pérdida salarial. «Transitamos un grave momento como país y como sociedad. Un gobierno nacional que, en nombre de la mal entendida ‘libertad de mercado’, implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados», enfatizaron.

Se espera que este paro tenga mucha mayor adhesión que la huelga parcial definida en enero pasado, cuando por primera vez se trató la entonces denominada ley ómnibus y los gremios se movilizaron al Congreso. Esta vez se espera que la medida tenga un mayor impacto y la adhesión de todas las actividades económicas.

Junto a la CGT se plegaron al paro general las dos vertientes de la CTA y la UTEP, el gremio que nuclea a las organizaciones sociales y los trabajadores de la denominada economía popular.

La CGT y las CTA precisaron que la caída real en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones alcanzó el 31 %; los subsidios al transporte, 39 %; las obras públicas, 87 %; las transferencias a las provincias, 76 %; el recorte a las universidades, 18 %; y un 13 % los programas sociales. «Son solo algunos de los indicadores que ponen en evidencia que el ajuste no lo paga la casta, sino que recae sobre los sectores más vulnerables», remarcaron.

Además, la CGT y las CTA rechazan la ley Bases, que incluye una reforma laboral, tuvo media sanción en Diputados y ayer se comenzó a debatir en comisiones del Senado. En ese marco, ayer los representantes gremiales se reunieron con senadores de Unión por la Patria con el objetivo de rechazar el proyecto libertario. Por su parte, el oficialismo buscará este jueves dictaminar sin modificaciones los proyectos para llevarlos al recinto la semana próxima.

El Gobierno salió al cruce contra el paro

Antes del comunicado de las centrales sindicales, en su habitual conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni, volvió a arremeter contra la CGT por el paro general y tildó a la central obrera como «los fundamentalistas del atraso», en una cruzada que el oficialismo sostiene desde el comienzo de gestión.

El Gobierno libertario advirtió la contundencia que tendrá la medida de fuerza y desplegó un combo para tratar de contrarrestar su efecto. El encargado fue Adorni, quien buscó deslegitimar la huelga y anunció medidas contra las organizaciones convocantes y aquellos que adhieran.

Además de repetir que el paro «no tiene una justifiación aparente», adelantó que a los estatales «que paren se les descontará [la jornada] de sus haberes». «Quien no va a trabajar no cobra», sentenció.

Además, señaló que «las organizaciones que participen de la marcha deberán afrontar los gastos que esto ocasione», y que «está abierta la línea 134 para denunciar extorsiones». También apuntó a exponer a los gremios de transporte, cuya adhesión a la huelga es clave y garantizará su efectividad. «6.593.000 personas mañana no van a tener a disposición el servicio esencial de transporte para ir a su trabajo», remarcó.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fue otro de los que cuestionaron el paro convocado por las centrales sindicales al plantear que «ningún país salió del pozo haciendo paro». «Como todas las cuestiones, llevan tiempo. Fueron 240 meses nefastos, van cuatro meses y medio… hay que ser más pacientes. Torcer una inercia empobrecedora no es fácil», pidió en declaraciones radiales.

El paro promete ser contundente

El paro incluye una amplísima gama de actividades: bancos, tareas en los aeropuertos, el servicio logístico de camiones, los servicios de trenes y el subte en CABA. También estarán cerrados los bancos y las grandes cadenas de supermercados, ya que adhiere el gremio del Comercio.

El pleno de las actividades del transporte aéreo, marítimo, terrestre, portuario y ferroviario no trabajarán, al adherir a la protesta la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) y los dos sindicatos principales de la UGATT, representados en la UTA y La Fraternidad.

Tampoco funcionarán los servicios de salud, educación e industrial. En el sector educativo, CTERA ratificó su adhesión a la medida en todas las escuelas públicas del país. Los estatales de ATE y UPCN también se plegaron a la acción gremial. Otros sindicatos de la industria que se mostraron orgánicos con la huelga general son los gremios FTIA (Alimentación), UOM (Metalúrgicos), SMATA (Mecánicos), Luz y Fuerza y UTHGRA (Hoteles y gastronómicos).


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