por Roberto Alvarez Mur
Los Redonditos de Ricota, “Gulp!” y Cemento. Banda, disco y lugar coinciden la noche del 23 de agosto de 1985, sin saber que décadas después se convertirán en un mito argentino. El evento quedó grabado en un video que, tras permanecer 40 años oculto, el cineasta Lisandro Carcavallo rescató de la penumbra y ahora se convertirá en “El infierno está encantador”, documental aun en proceso que reconstruye la presentación del debut discográfico de Los Redondos en la mítica discoteca de Buenos Aires. Con la participación de artistas y músicos involucrados en aquella velada, el film emprende un viaje en el tiempo no sólo a los orígenes del grupo, sino también al subsuelo de la agitada noche porteña de la post-dictadura que los acuñó. Contexto habló con Carcavallo sobre la producción en torno a este hallazgo audiovisual de unos Redondos que, más cerca del café-concert que de la misa multitudinaria, se presentan frente a un público que aún no sabe que está a punto de ver nacer una leyenda.
¿Este es un documental sobre una banda, sobre un disco, sobre un show en un boliche? ¿Cuál dirías que es el protagonista de la película?
Claramente el o la protagonista es la presentación de ese disco, el show propiamente dicho. A su vez, hay condimentos para que ese protagónico tome fuerza y se entienda por qué remarcamos esa noche como especial. Estoy convencido que no fue “un show más”, tuvo muchas particularidades. Ya de arranque se iba a hacer en el Teatro Astros y terminó siendo en Cemento, ni más ni menos, y ahora eso toma otro significado a través del tiempo. Seguramente en ese momento muchos decían “Cemento sonaba mal, no había tocado ninguna banda en Cemento”. No sólo fue la presentación de ese disco sino que fue una de las primeras presentaciones de rock en Cemento, en un año tan especial. Incluso, de costado, la historia incluye hasta a Valeria Lynch, que es quien llena el Teatro Astros en esa fecha y por eso Los Redondos no logran hacer el show ahí y van a Cemento.
¿Cómo surgió el proyecto?
En un momento Katja (Alemann) nos dio un montón de videos que ella tenía archivados de la época de Cemento por si nos servían, y entre esos tapes nos encontramos con este show filmado por Omar Chabán. Una sorpresa absoluta: verlo a Alfredo (Rosso) vestido de oso, ver a Claudio Puyó tan joven, el Indio que todavía tenía un poco de pelo, Skay con tanta juventud y toda la banda, las coristas, la verdad que fue alucinante encontrar ese registro. Con Gerardo Rivera, que es productor periodístico del documental, hacía rato que veníamos charlando ‘hay que hacer algo con esto’.
De Los Redondos hay miles de archivos de shows sueltos en Internet ¿Por qué hacer un documental con este en particular?
Subir el archivo a Youtube sin ningún tipo de contexto en realidad es, por así decirlo, sumar a un montón de nada. Porque “sí, fantástico, un montón de personas van a poder ver el archivo y va a ser muy lindo”, pero creo que es importante brindarle cierto contexto, entender qué significó realmente ese show, por qué es importante remarcar lo que sucedió, por qué es importante rescatarlo y remasterizarlo habiendo pasado 40 años. Al archivo de video le sumamos una entrevista radial inédita en la que están Rocambole, el Indio, Skay, Poli, con Tom Lupo y Rubén Darío Vega en el programa “Submarino Amarillo” en 1985. Creo que esos testimonios, tanto el visual como el auditivo para entender un contexto y una época y sobre todo construir memoria.
¿Cuál es ese contexto que mencionás?
Lo que intentamos dar es el marco sobre el cual se desarrolló: pensemos que Los Redondos venían siendo una banda muy disímil a lo que terminaron siendo. Venían de tener una conexión muy fuerte con lo teatral, con lo performático y de a poco van derivando con esta banda de rock. Es importante destacar que este no fue solamente el show en que se presentó el primer disco de quienes fueron la banda más convocante de la historia, sino que fue un hito de lo independiente. Es interesante escuchar los testimonios de esta entrevista con Tom Lupo, donde ya ahí hay una concepción ideológica muy clara sobre cómo ellos deseaban hacer las cosas.
Uno ve las figuras que aparecen en el tráiler (Katja Alemann, Tom Lupo Viviana Tellas, Vera Land, Tito Fargo, etc) y parece un documental más sobre el underground de los 80s que sobre Los Redondos en sí…
Es muy difícil hablar de Los Redondos y de esta época sin nombrar por ejemplo a Viviana Tellas que, por ejemplo, hacía canciones de ella en medio del show con los músicos, se iba el Indio y entraba ella, una cosa que hoy muchos ni siquiera saben. Es importante entender el fervor de la democracia, la libertad (desde el buen uso de esa palabra), los artistas, la experimentación. Si bien muchas conductas de la democracia persistían, empezaban a surgir este tipo de combates ideológicos a través del arte. Es imposible hablar de Los Redondos sin hablar de la época y, por ejemplo, de Alfredo Rosso, tal vez el mayor referente del periodismo de rock en las radio, es imposible no hablar de Katja, de El Soldado que en ese entonces era el plomo de la banda.
En los 80s fue tremenda la cantidad de artistas que germinaron, si pensamos en Vivi Tellas, en Katja, en la cantidad de artistas que pasaron por Cemento, tipos como batato Barea, Fernando Noy, es mucho lo que nos dio esa época, ni siquiera hablando solo de lo musical. Nos dio mentes brillantes que vinieron desde el under más under de todo, lo mismo en los medios de comunicación, tipos como Daniel Divinsky de Ediciones de La Flor y luego en la dirección de Radio Belgrano.
Si tomamos películas “oficiales” como Tsunami o el Indio Solari en vivo en La Plata en 2008, ¿esta película discute con esa imagen de la banda multitudinaria, mainstream, exitosa? ¿el rockstar consagrado vs. el potrero?
Si plantea una discusión en el buen término está buenísimo, si es la discusión que aporta, nutre y contribuye y no la discusión bélica por así decirlo. Si es en los términos de una cosa negando al otro, negando a lo otro, no está bueno. Y no tengo dudas de que eso pueda pasar, de que alguien reviva de nuevo eso del “rockstar que vive en soledad encerrado”. Creo que los artistas van evolucionando, creciendo o madurando, o simplemente van cambiando las cosas. Nadie sabía que Cemento iba a terminar siendo lo que fue para la historia, nadie sabía que esa banda iba a terminar siendo Los Redondos que todos conocemos.
Poder entender ciertos orígenes que salpican a otros, no sólo a Los Redondos, porque se habla de un contexto, de una época de hacer las cosas. Los Redondos siempre tuvieron una forma muy particular de hacer las cosas desde sus inicios, como Rocambole nos contó que hacía los discos a mano, se juntaban en su taller a hacer los discos, a distribuirlos ellos mismos. Y desde la independencia terminar llenando Racing en la década siguiente no la seguía eso. Es una pena que haya tantas cosas sin saber, y tanto archivo que todavía no conozcamos. Está el “Alucinante viaje de Patricio Rey”, que es otra película que justamente termina en “Gulp!” y, bueno, ahí aparecemos nosotros para continuar el camino.
Mencionás mucho la “memoria”, ¿cómo dialoga eso con la nostalgia, aquello que quizás no reflexiona sino que romantiza “qué tiempos aquellos”?
A mí la memoria como tema es algo que me atrae mucho, de hecho cuando me recibí de licenciado en la universidad mi trabajo de tesis tuvo que ver con eso. Hay algo en la memoria que no tiene que ver con la concepción de “vivir del pasado”, aunque haya cosas que automáticamente uno romantiza desde un lugar personal, pero la memoria es fundamental para progresar, y creo que hay un gran problema en el poco revisionismo que hay sobre ciertas cuestiones. Hay mucho sobre algunas cosas y muy poco sobre otras cosas. Creo que hay que hacer un balance desde la memoria, pero no vivir del pasado y no quedar anclado ahí. Sí creo que hay que estudiar lo sucedido y el cine cumple el rol esencial. Creo que la nostalgia es un sentimiento bonito siempre y cuando no nos consuma.
Es ineludible en todo esto Omar Chabán, una figura que sigue en cierto modo siendo “tabú” luego de Cromañón ¿Hay una búsqueda por volver a destacarlo con esta película?
Yo soy licenciado en Gestión del Arte y la Cultura además de director y productor, y es inevitable pensar en Omar como gestor cultural, es de los más importantes que hemos tenido, al menos en Buenos Aires, en la capital federal. No sólo por los lugares que él manejó como el Café Einstein, Die Schule u otros, sino para la cantidad de cosas que organizaba y gestaba y a las que apostaba. En el documental de Cemento todos los testimonios coincidían en que no lo veían como un empresario sino como un artista más. Creo que la dimensión de su obra es exclusiva de él, él registró este recital sabiendo el valor que tenía, el esa noche podría haber estado ocupándose del boliche y listo, pero no. Desde ya, nada de eso lo exculpa de lo que ocurrió después, pero una cosa no le quita peso a la otra.
Mirando hacia atrás ¿Los Redondos fueron resultado de esa época o Los Redondos fueron los que marcaron a la época?
Creo que claramente la época influyó mucho en la germinación de Los Redondos, creo que es inevitable, teniendo en cuenta el contexto que vivió el país en los 70s y luego la democracia, es imposible pensar que la época no hay permeado en lo que fueron Los Redondos. Después creo que ellos también ellos marcaron a esa época en diversas formas pero hacia las nuevas generaciones, sobre una mirada del mundo, a crear una identidad colectiva, a lo que es participar de un show de rock. Sin duda es un poco y un poco, ni ellos hicieron a la época en totalidad ni la época en totalidad a ellos, hay un juego de ida y vuelta, de nutrirse mutuamente.