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El Festival de Cine de Mar del Plata pierde su sede histórica y la Provincia reclama diálogo

A poco más de un mes del inicio del 40º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, una decisión inesperada sacudió al único certamen de Clase A de Latinoamérica: la ceremonia de apertura y clausura no se realizará en el emblemático Teatro Auditorium. El cambio de locación, definido por la Municipalidad y el INCAA, generó un fuerte cruce con la Provincia de Buenos Aires, que insiste en su disposición a ceder las instalaciones y reclama diálogo.

La presidenta del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout,reclamó a través de su cuenta de X: “El INCAA y la Municipalidad de Mar del Plata se negaron a dialogar con la Provincia para avanzar en las negociaciones por el uso del Teatro Auditorium. La decisión de cambiar la locación atenta contra el festival y compromete su funcionamiento. El cine es trabajo y soberanía”. Saintout volvió a insistir en abrir “una mesa de trabajo” para “alcanzar el mejor acuerdo” y garantizar que el Festival “siga brillando”.

El reclamo no es menor. El Teatro Auditorium —con su Gran Foyer y la Sala Astor Piazzolla— no solo es sede histórica de las principales actividades del festival: es su postal más reconocible, con vista al mar y décadas de experiencia logística que garantizan acústica, aforo y calidad técnica. Desde su recuperación en 1996, fue epicentro de 29 ediciones consecutivas. Para muchos, desplazarlo a espacios municipales implica arriesgar no solo la imagen icónica sino incluso la clasificación internacional de la muestra.

La Municipalidad argumenta razones económicas, aunque desde el Auditorium recuerdan que los costos operativos —básicamente horas extras de empleados— siempre fueron cubiertos por la organización del Festival y que este año la Provincia incluso estaba dispuesta a colaborar para absorber ese gasto.

Mientras tanto, la 40ª edición del Festival, que se desarrollará entre el 6 y el 16 de noviembre, ya tiene definidos sus títulos de apertura y cierre: comenzará con la adaptación cinematográfica de El beso de la mujer araña, musical inspirado en la novela de Manuel Puig, y culminará con Las locuras, la nueva realización del colombiano Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez. Un programa potente que, paradójicamente, se verá obligado a inaugurar y clausurar fuera del escenario que hizo de Mar del Plata una marca mundial del cine.