El amanecer

Por Alberto N.

Te das cuenta cuando tu vida cambia de la noche a la mañana. Y no sólo hablo de la rutina, sino de lo más simple a lo más complejo. Es ahí cuando empezás a caer en la realidad cruel que toca atravesar. Te ves imposibilitado de hacer muchas cosas y sólo queda la esperanza de que el tiempo pase rápido. Yo no comprendía por qué dicen que estar en la cárcel es sinónimo de “vivir a la sombra”. Hasta que me tocó. Y fue en ese momento cuando comencé a ver todo de otra forma, a dejar de preocuparme por cosas materiales y a entender que la vida se compone de los más sencillos momentos. Caminar bajo el sol o bajo la lluvia, sentarte a la mesa a comer con toda tu familia. Entender que disfrutar va más allá de tener dinero o riquezas materiales.

Aquí, un día pude encontrar el verdadero significado de las palabras que mi mamá me decía:

-Hijo, la libertad no tiene precio.

Nunca le presté atención hasta hoy, que me toca atravesar esta etapa a la que llamo “Naufragando en las sombras”. Es mucho lo que perdí, lo que perdemos. Vi morir gente sin volver a ver el sol, lejos de sus seres amados. Conocí a muchos pibes que se olvidaron lo que se puede disfrutar y se hundieron en las turbias aguas de la oscuridad.

Un día me encontré con un veterano de esta vida oscura y, entre charla y charla, me dijo:

-Nene, lo que más te acerca a volver a ver el sol en las mañanas es estudiar.

Y en ese momento me reí. No entendí qué era lo que tenía que ver el estudio con el amanecer. Pero un tiempo después conseguí trabajo en la biblioteca y poco a poco empecé a entender las palabras del viejo Roque. Ver a los pibes estudiar Derecho me hizo comprender que la única forma de escapar de la oscuridad era a través del estudio. Y lo puse en acto. Me dispuse a terminar el secundario y luego de dar un montón de materias libres me anoté en la Universidad y empecé una nueva etapa en mi vida a la que llamo “La ventana hacia el amanecer”.

Hoy estudio Periodismo y Comunicación. Me encontré con distintas formas de conocimiento y me gusta. Estoy muy cerca de irme a casa y me voy a llevar conmigo cosas muy buenas. ¿La más importante? Terminar mi carrera afuera: para ser periodista. Para ejercer el oficio que me cambió la vida.


 

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