El acceso peatonal al Lago Escondido, que según Macri mejoró su amigo Joe Lewis, “es absolutamente peligroso e intransitable”

Por Gabriela Calotti

El sendero de montaña para acceder al Lago Escondido, en la localidad rionegrina de El Bolsón, que meses atrás defendió públicamente Mauricio Macri, “es absolutamente peligroso e intransitable”, afirmaron más de veinticuatro activistas culturales, sindicales, políticos y deportistas, entre ellos varios rescatistas de montaña, que días atrás llevaron adelante una “Marcha Pacífica por la Soberanía a Lago Escondido”.

Lewis, el multimillonario británico amigo del presidente, se apoderó del Lago Escondido años atrás. Frente al lago hizo construir una mansión en la que el propio Macri se hospedó junto al entonces presidente estadounidense Barack Obama para el 24 de marzo de 2016, emblemática fecha para millones de argentinos porque además se cumplían cuarenta años del golpe cívico-militar.

Según una orden judicial rionegrina, la provincia debe construir un acceso público apto hasta el Lago Escondido. Desde que Lewis se instaló allí, el acceso al lago está lisa y llanamente prohibido. Cualquier intento no sólo se topa con las dificultades y riesgos enormes de un camino de alta montaña, sino con los puesteros de los refugios, que responden a los intereses del magnate inglés.

“Reafirmamos la necesidad de habilitar el acceso público a Lago Escondido a través del camino Tacuifí que debe hacer la provincia de Río Negro, tal cual lo ordena el fallo del Superior Tribunal de Justicia del año 2009”, afirmó en un comunicado al que tuvo acceso Contexto la Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua (FIPCA).

Con esa travesía de montaña que duró del 7 al 11 de marzo y que partió de la Ruta 40, el grupo recorrió 33 kilómetros en tres días a razón de ocho horas diarias de caminata con paradas de veinte minutos, guiados por rescatistas expertos con el objetivo de constatar los dichos del presidente argentino.

El 18 de enero, en su primera conferencia de prensa anual luego de tres semanas de vacaciones en el sur, Macri afirmaba que “el Lago tiene un mejor acceso del que tenía antes de que Joe Lewis compre esa propiedad”.

Fue entonces cuando se gestó la Marcha por la Soberanía encabezada por Julio Urien, presidente de FIPCA, en solidaridad con la lucha de los habitantes de El Bolsón, que rechazan los megaemprendimientos de Lewis en la zona porque afectan la reserva natural de la Pampa del Ludden. Entre los objetivos de la Marcha figuraban “ejercer el derecho de uso público” y “verificar el estado del camino de montaña del Valle del Río Azul que el presidente Macri había señalado como en ‘excelentes condiciones’”, afirmó esa organización.

Tras las palabras de Macri, la diputada Silvia Horne, del Frente para la Victoria (FpV), había considerado “gravísimo” que el presidente estuviera “tal mal informado y asesorado”.

“La Marcha […] constató que dicho sendero es inaccesible y no es apto a todo público. Es intransitable para niños, niñas, adultos mayores y personas con movilidad reducida; sólo es transitable para deportistas entrenados o montañistas”, puntualizó el grupo. “El mal estado del camino público (NdR: que debería ser público y apto) lo hace intransitable para la población en general”, reiteró la FIPCA.

“No es un camino público ni de libre acceso”, afirmó a la FM Alas, una emisora local, una de las participantes en la caminata que relató el recorrido, antes de asegurar que el trayecto del tercer día entre Lago Soberanía y Lago Escondido, que les llevó ocho horas de caminata, “es muy riesgoso. Tuvimos que hacer escalada y aunque no había llovido estaba embarrado. Tuvimos que trepar con sogas”, contó.

Al llegar al Lago Escondido los esperaba la Policía de Río Negro, la Gendarmería y cámaras de un diario rionegrino. Respaldándose en su derecho de permanecer en un espacio “público”, el grupo acampó en la otra punta de la mansión de Lewis.

“Utilizamos calentadores de campaña para cocinar, y al día siguiente hicimos uso y disfrute del lago, en donde compañeros nadaron, remontaron barriletes con la bandera argentina, armaron kayaks inflables y velas de kitesurf. Otros compañeros hicieron pesca con los permisos obtenidos en El Bolsón”, relataron. Pero el clima no los acompañó. Al mediodía comenzó a llover y debieron recluirse en las carpas y al día siguiente regresar.

El regreso y las amenazas

“Demostramos que el lago es público pertenece al conjunto del pueblo argentino, y en ese marco rompimos la privacidad que Joe Lewis pretende para sí”, aseguraron, antes de precisar que su intención era volver por el “camino de Sirga que bordea el lago para utilizar el camino de Tacuifí”, pero la Policía les informó que si “pasábamos la mitad del lago podía haber una confrontación con el personal de Lewis”.

En síntesis, la Policía y la gente del magnate amigo de Macri querían aplicar el protocolo de evacuación de rescate. Finalmente se acordó que siete compañeros con entrenamiento de montaña volverían por el sendero riesgoso y el resto sería trasladado por la Policía hasta la Ruta 40.

“Violando el acuerdo, el protocolo fue implementado y presentado por los medios relacionados con la empresa del lago como una evacuación de emergencia. Todo eso fue una pantomima”, explicaron.

Para poner en evidencia la actitud perversa y vigilante de Lewis y sus secuaces, una de las participantes de la Marcha aseguró a la referida radio que el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, “la empresa ‘Lago Escondido’ nos mandó flores y chocolates a las mujeres” que formaban parte del grupo.

Lewis es dueño desde mediados de los noventa de 12.000 hectáreas que rodean el Lago Escondido, un espejo de agua de 7 km2. Frente a él hizo construir una mansión de 3.600 m2. Según la revista Forbes, Lewis es uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de 5.300 millones de dólares. En nuestro país tiene acciones en las eléctricas Edenor y Transener.

“La experiencia fue aleccionadora: es prácticamente imposible que un ciudadano sin entrenamiento físico intenso y experiencia en montaña pueda realizar ese trayecto”, afirmaron los participantes en la Marcha por la Soberanía del Lago Escondido.

Como si fuera poco, durante el acampe, el grupo constató que a orillas de lago, que hasta hace unos años era considerado Area Natural Protegida, había botellas de detergente abandonadas y fogones de reciente utilización, reforzando así denuncias de pobladores acerca de que se está usando la zona para un reality show que inclusive alienta la tala de árboles.

Difícilmente Macri le pida a su amigo inglés que tenga cuidado con el medio ambiente, pese a que pregona su defensa como una muletilla new age. El presidente tendría que aceptar la invitación que meses atrás le hizo una senadora nacional para recorrer ese sendero hasta el Lago Escondido. Si nadie le avisa que la Marcha por la Soberanía a Lago Escondido constató que ese recorrido ese “impracticable”.


 

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