Detuvieron a un prófugo por crímenes de la dictadura

Por Maximiliano Ceci

La foto de Enrique Francisco Welsh, enmarcada en un «BUSCADO», ofrecía 500 mil pesos de recompensa. Ese hombre de mirada obtusa y gesto de rabia cargaba con una causa por “privación ilegal de la libertad, tormentos y lesiones”. El viernes por la noche, efectivos de la División Operaciones de la Dirección General de Seguridad Interior de la Superintendencia de Interior y Delitos Complejos de la Policía Federal lo arrestaron en un refugio de Capital Federal.

Welsh era el último represor prófugo de la causa en la que se investigan los delitos de lesa humanidad cometidos en la Dirección de Infantería y de Caballería de La Plata. El Ministerio de Seguridad y Justicia lo buscaba desde 2013, a pesar de que la Fiscalía había pedido su captura en el año 2008. Varios sobrevivientes del centro de detención recordaron a Welsh como un interrogador joven, que entonces tenía sólo 26 años, y también lo identificaron vestido de civil durante los secuestros de la última dictadura militar.

Sobrevivientes del centro clandestino de 1 y 60 “han relatado que permanecían en una especie de barraca militar –una o más– o grandes galpones, con sus ojos vendados o encapuchados, acostados en camas o cuchetas y esposados a ellas, no podían hablar entre ellos, sin poder ir al baño, con escasa comida y bajo el temor constante de ser sometidos en cualquier momento a golpes, patadas u otro tipo de maltrato, o, si se llevaban a otro compañero para ser interrogado, permanecían tensionados preguntándose en qué estado regresaría o si volvería con vida”, indicaron en la Unidad Fiscal Federal de La Plata.

El centro clandestino empezó a operar la misma noche del golpe. Una razzia general de las fuerzas conjuntas envió allí decenas de delegados gremiales y trabajadores de las empresas y fábricas del polo industrial de Berisso y Ensenada: Propulsora Siderúrgica, Astilleros Río Santiago, Frigorífico SWIFT. Como allí funcionaba un cuerpo de Infantería y otro de Caballería, contaba con varios galpones devenidos en calabozos, muy húmedos y fríos, y una cuadra amplia que en algún momento había albergado a la tropa y se había reconfigurado para tener a los secuestrados. Según fuentes judiciales, el CDD alojó al menos 183 detenidos ilegales.

Welsh es el vigésimo cuarto detenido en la causa, la mayoría de los cuales se encuentran próximos a ser elevados a juicio oral y público. Son ex miembros del Regimiento Nº 7, del Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército, de las Policías bonaerense y federal y un civil de la Concentración Nacional Universitaria (CNU).

Regimiento N° 7

Welsh, que en 1976 ostentaba el grado de teniente y se retiró en 2002 como coronel, fue capturado luego de una serie de medidas de seguimiento ordenadas por el Juzgado Federal N° 1 de La Plata. El ex militar, hoy de 65 años, fue trasladado en la mañana del sábado a La Plata, donde ese mismo día se negó a prestar declaración indagatoria ante el juez federal subrogante Laureano Durán.

En el codificado vocablo militar, Welsh fue el «S1» del Regimiento Nº 7, que significa su posición de oficial de personal en la plana mayor. Entre los ya procesados en la causa, están otros tres integrantes de la plana mayor: el ex teniente primero y ex jefe de Inteligencia (S2) Alberto Jorge Crinigan, el ex mayor y ex jefe de Operaciones (S3) Ismael Ramón Verón, y el ex capitán y ex oficial de Logística (S4) Héctor Reynaldo Amuchástegui.

El Regimiento Nº 7 estuvo situado en donde hoy se erige la Plaza Islas Malvinas, en las calles 19 y 50. Tras la guerra de 1982 con Gran Bretaña, la unidad militar fue traslada a un predio rural en la localidad de Arana, al suroeste de la ciudad, donde durante la dictadura cívico-militar funcionó otro centro clandestino de detención.

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