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Crece el malestar en las universidades: rechazo a la propuesta salarial por «insuficiente» y segundo día de paro en la previa a la marcha

A pesar del ofrecimiento salarial comunicado a último momento, la gestión libertaria sigue sin reconocer la pérdida acumulada desde que asumió Javier Milei y sale a embarrar la cancha instalando la idea de provincializar la educación superior. La marcha será la respuesta al veto anunciado por el presidente.

Acorralado por la marcha universitaria del miércoles 2 de octubre, el Gobierno nacional ofreció ayer a los gremios que representan a docentes y nodocentes un aumento del 5,8 % para octubre, que se suma al 1 % que había ofrecido previamente. La medida fue un volantazo ante el intenso y creciente malestar en las casas de estudio por el deterioro del poder adquisitivo, que, según los gremios, alcanza los 60 puntos debido a la devaluación de diciembre y su impacto inflacionario que nunca fue reconocido por la gestión libertaria.

El reclamo que expresarán en las calles las universidades la semana próxima responde al anuncio de veto del presidente a la ley de financiamiento universitario, aprobada por amplia mayoría en ambas Cámaras y que establece la recomposición salarial y de financiamiento que el Gobierno se niega a considerar.

«A nadie escapa que esta convocatoria se da por la inminencia de una marcha masiva en rechazo al ajuste en la universidad», dijo el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, luego de la reunión de ayer con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. 

«La propuesta está muy lejos de equiparar con los estatales, porque es solo un 5,8 % para octubre y no reconoce la enorme deuda de más de 50 puntos nominales en el salario de docentes y nodocentes. Tampoco resuelve la cuestión de la garantía salarial, del FONID y otros temas», sintetizó el gremialista, con respecto a la serie de demandas de la comunidad docente.

La situación salarial de las universidades es crítica. Un informe elaborado por un equipo de las universidades nacionales de Río Negro y de San Martín mostró que los salarios de más del 85 % de las y los docentes están por debajo de la línea de pobreza. A la vez, más del 60 % de las y los nodocentes se encuentran en esa situación.

Aun así, ayer tras la reunión, el Ministerio de Capital Humano publicó un comunicado titulado «Universitarios rechazan el aumento extraordinario ofrecido por el Gobierno». Allí no hizo otra cosa que echar nafta al fuego acusando a los gremios de «confrontar» y rechazar la oferta por razones políticas y no salariales.

Al mismo tiempo, el entorno más cercano a Javier Milei filtró ayer a los medios su intención de provincializar la educación superior, como hizo la última dictadura con la educación primaria y el menemismo con la secundaria. La jugada de colar ese tema en agenda fue en línea con haber instalado en abril, cuando fue la anterior marcha universitaria, el tema de las auditorías en las universidades, a pesar de que esos controles ya se hacían en las casas de estudio. Una forma de desviar la atención de las demandas salariales cinco días antes de la marcha.

Los gremios de las universidades públicas de todo el país realizan hoy su segundo día de paro docente, mientras que ayer también se adhirieron los nodocentes. Se trata de la antesala de la marcha del próximo miércoles, que promete ser multitudinaria, como la de abril.

En la Universidad Nacional de La Plata se replicó el paro en sus facultades y colegios. El Consejo Superior de la UNLP declaró la semana pasada la emergencia universitaria en reclamo de mayor presupuesto, salarios y becas estudiantiles.


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