Por Alejandro Palladino
Trabajadores municipales y cooperativistas cesanteados por la gestión del intendente de La Plata, Julio Garro, se movilizaron ayer al cruce de las avenidas 25 y 72 para exigir su reincorporación y el pago de los sueldos adeudados. Los trabajadores son parte de los 4.500 cesanteados por la intendencia, según datos del propio municipio, y los mismos que fueron reprimidos con balazos y gases el pasado 8 de enero por la Policía bonaerense frente al palacio municipal.
Entre ellos hay municipales despedidos que eran de planta permanente y contratados. Por su parte, hay cooperativistas que no cobraron nada en lo que va del año, y a otros se les debe desde el mes de febrero. “Según lo que podemos reconstruir, hay alrededor de 2 mil familias que quedaron en la calle”, dijo a Contexto Marcela López, una de las integrantes de la Comisión de Trabajadores Desocupados, organización que armaron los despedidos en los días posteriores a las cesantías masivas de enero como medida para afrontar la situación, y que articula tanto a municipales como a cooperativistas. “En vez de generar empleo, están dejando cada vez más compañeros en la calle”, dijo Estela Sánchez, referente de la cooperativa recolectora de residuos de la periferia platense “Codo a codo a con los vecinos”, que se nuclea en la ONG “Ayudemos a Ayudar”.
Los cooperativistas que se movilizaron dijeron a Contexto que el último encuentro que tuvieron con una autoridad municipal fue con el secretario Javier Mor Roig –puente entre los cesanteados y el Estado local– la semana pasada, quien les dijo que “dejen de insistir con los reclamos, porque no se iba a reincorporar ningún compañero más”, al tiempo que amenazó con que el 31 de marzo, cuando vencen otros contratos, “quedaban afuera más compañeros”, que son 1.700 municipales y 1.800 cooperativistas, según los propios cooperativistas.
LAS COOPERATIVAS VAN A DESAPARECER PORQUE LA COMUNA “TIENE OTRA MODALIDAD CON LO QUE TIENE QUE VER CON EL SERVICIO PÚBLICO DE LAS COOPERATIVAS, QUE EN ALGUNOS CASOS IBAN A SER SUSTITUIDOS POR EMPRESAS PRIVADAS”.
Los “mismos malos tratos” acusan recibir desde enero por parte de Mor Roig, después de la represión. Y, más cerca en el tiempo, Marcela López informó sobre la situación que vivió ella y sus compañeros y compañeras en la Municipalidad de La Plata el pasado 8 de marzo, cuando fueron consideradas “personas no gratas” e impedidas de entrar al recinto para recibir el reconocimiento por su trabajo social, designado por el bloque de concejales del FpV-PJ, quienes expresaron un comunicado en el que repudiaban la negativa por ser un “avasallamiento constitucional”. “Es otra muestra de que no aceptan que pensemos diferente”, dijo López a Contexto.
La respuesta de la Municipalidad, sostuvieron los cooperativistas, fue que las cooperativas van a desaparecer, “porque ellos tienen otra modalidad con lo que tiene que ver con el servicio público sostenido por las cooperativas, que en algunos casos iban a ser sustituidas por empresas privadas”, dijeron.
En las últimas semanas, la comisión de trabajadores desocupados logró reincorporar entre 90 y 120 trabajadores, aunque la semana pasada el municipio dejó afuera a 90 cooperativistas que hacían el barrido de basura en el casco urbano. “Están haciendo un desastre; hay una persecución contra nosotros; nos inventan motivos para seguir echando gente”, afirmó Marcela López.
“Queremos trabajar como lo veníamos haciendo con gestiones anteriores, aunque nosotros no respondemos a los gobiernos, respondemos a las necesidades de los barrios. No puede ser que nos hayan dejado sin trabajo”, cerró Estela Sánchez.
