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Conspiración en Bolivia: matan a un ministro de Evo

Por Héctor Bernardo

Los intentos de desestabilizar a los Gobiernos de izquierda o progresistas de la región son numerosos. La guerra económica contra el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff en Brasil y el actual intento de desestabilización contra el Gobierno de Evo Morales son sólo algunos de los ejemplos.

El jueves pasado, el viceministro de Régimen Interior del Gobierno de Bolivia, Rodolfo Illanes, quien se encargaba de la negociación con los mineros que protestaban con cortes de ruta, fue secuestrado por los manifestantes, torturado y asesinado. Este hecho conmovió a la opinión pública de todo el continente y dejó en evidencia que los manifestantes no tienen intención de dialogar, sino que su fin es desestabilizar al Gobierno del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales.

Según señaló TeleSUR: “Illanes, quien estaba secuestrado por un grupo de cooperativistas, fue torturado y arrastrado a golpes al menos mil metros”. El cuerpo del viceministro fue encontrado este viernes a la vera de la ruta.

Morales denunció “una conspiración política” en su contra al tiempo que señaló: “el fallecimiento del hermano viceministro duele mucho, porque es una actitud tan cobarde. Lo secuestran, torturan y lo matan”.

La periodista e investigadora Stella Calloni aseguró que “la situación en Bolivia es parte de esta ofensiva general en Latinoamérica. El vicepresidente, Álvaro García Linera, había anunciado ya que la derecha en Bolivia había recibido la orden de infiltrarse en los movimientos sociales y aprovechar cualquier conflicto social que surgiese”.

“La derecha realizó toda una campaña de desprestigió de Evo Morales, inventando denuncias de corrupción o, incluso, con la aparición de un hijo falso. Al fracasar esa estrategia, repiten lo que ya habían hecho con el conflicto en el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure). En aquel momento, grupos de indígenas manejados por empresas extranjeras y la Embajada de Estados Unidos intentaron desestabilizar el Gobierno de Morales. Los diarios hablaban de un supuesto ‘levantamiento indígena contra Evo’; luego se vio que todo eso tenía otro trasfondo. Se comprobó que los dirigentes de la marcha se comunicaron hasta doce veces por día con la Embajada de Estados Unidos para darle informes de lo que hacían y recibir instrucciones”, recordó Calloni.

La especialista señaló: “Fue evidente la utilización de una causa que parece justa pero que en realidad encubre la intensión de generar una desestabilización, fracturar al país y provocar un golpe. En esta ocasión fue igual. El viceministro Illanes era un hombre muy querido en Bolivia, y, sin embargo, lo secuestraron y lo mataron con muchísima saña. Si va un funcionario a negociar, lo secuestran, lo torturan y lo matan, queda demostrado que ese sector no tiene ninguna intención de diálogo, sino que su intención es desestabilizar al Gobierno de Evo Morales”.

Por último, Calloni aseguró: “Detrás de estas protestas, como detrás de aquellas del TIPNIS, está la mano de Estados Unidos. Esta marcha está siendo manejada como una conspiración que lleva a enfrentamientos violentos para tratar, de una forma o de otra, de destituir a Evo Morales. Lo mismo se está haciendo contra Nicolás Maduro en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua y contra Salvador Sánchez Cerén en El Salvador. Quieren acabar con todos los focos de resistencia contra el nuevo proyecto de recolonización continental de Estados Unidos”.