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Caso Nicol Ruíz: pidieron que se considere como un crímen de odio, atravesado por violencia de género

En la segunda audiencia por el travesticidio de Nicol Ruíz, la querella, con el apoyo de la Fiscalía, solicitó agravar la calificación legal del delito que pesa sobre Daniel Silvestrelli, el único imputado. De ser aceptado por el Tribunal, podría ser condenado a prisión perpetua. La semana próxima se conocerá la fecha de los alegatos.

Este viernes se llevó adelante la segunda audiencia del juicio por el travesticidio de Nicol Ruíz, una mujer trans de 35 años asesinada en 2022 por su excuñado. Con el aporte de dos nuevos testimonios, los abogados de la familia pidieron ampliar la acusación contra Silvestrelli para que el hecho deje de ser considerado un homicidio simple y pase a ser calificado como homicidio agravado por odio a la identidad de género y por mediar violencia de género.

Los hechos ocurrieron el 25 de septiembre de 2022 en la localidad de Los Hornos. Daniel Silvestrelli, quien se encontraba cumpliendo una condena por robo en el penal de Magdalena y contaba con salidas transitorias, se dirigió al domicilio de su expareja, Oriana, la hermana de Nicol, a quien comenzó a atacar. Al ver que su hermana estaba siendo ahorcada, Nicol intervino y su excuñado la golpeó en la cabeza con un palo de escoba. Como consecuencia de la agresión, fue internada en el Hospital San Martín de La Plata, donde falleció tres días después.

En esta audiencia declararon dos testigos. En primer lugar, una amiga de Nicol, quien había convivido con ella y su familia hasta algunas semanas antes del hecho. La testigo relató que Silvestrelli era un hombre “demasiado agresivo”, especialmente con mujeres y personas travestis. “No nos quería porque para él éramos putos. De su boca no salía otra cosa que decirnos putos”, sostuvo. Recordó además un episodio en el que, durante un asado, volvió a insultarlas, las llamó “putos de mierda”, sacó un arma y la dejó sobre la mesa como forma de amenaza.

“La verdad es que nunca lo confronté porque tenía miedo de que me saque la vida, como hizo con Nicol”, declaró.

Este testimonio, junto con los brindados en la primera audiencia, resulta clave para sustentar los agravantes solicitados por la querella. El jueves anterior habían declarado Oriana, hermana de la víctima, y Reina, su madre, quienes además de dar detalles del hecho, dieron cuenta de los insultos constantes y el hostigamiento que Silvestrelli ejercía contra Nicol por su identidad de género.

Tras la declaración de la amiga de Nicol, el abogado Sebastián Bouvet, con el acompañamiento del fiscal Martín Chiorazzi, solicitó formalmente la ampliación de la acusación. “La calificación que le corresponde es homicidio agravado por odio a la identidad de género y por mediar violencia de género”, manifestó el letrado.

El Tribunal le explicó entonces al imputado que esta nueva calificación configura una imputación más gravosa que la anterior. Mientras que el homicidio simple prevé una pena de entre 8 y 25 años, la figura agravada solicitada por la acusación y respaldada por la Fiscalía contempla la posibilidad de una condena a prisión perpetua.

La segunda testigo de la jornada fue la médica forense que realizó la autopsia, quien confirmó que Nicol presentaba un traumatismo craneoencefálico grave, complejizado por patologías preexistentes que condicionaban la coagulación de la víctima.

Finalizada la ronda de testimonios y ante la nueva acusación, la defensa de Silvestrelli —que puede aportar nuevas pruebas a partir de esta recalificación— solicitó desistir de la mayoría de los testigos pendientes, con excepción de uno, que será convocado para declarar el lunes. Ese día, desde las 12.30, se realizará una nueva audiencia en la que también podría prestar declaración el propio acusado. Allí se definirá, además, la fecha de los alegatos.