A sólo dos semanas de las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Brasil, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, crece en las encuestas y podría meterse en el balotaje con el líder de extrema derecha Jair Bolsonaro.
Un estudio de la encuestadora Datafolha (publicado en el periódico Folha de São Paulo) indica que, a pocos días de haber sido designado como el reemplazante de Lula en la candidatura para la presidencia, Fernando Haddad ya ocupa el segundo lugar con un 16% de intención de voto.
La encuesta también indica que ningún candidato estaría en condiciones de ganar en primera vuelta, por lo cual parece inevitable el escenario de un balotaje, a realizarse el 28 de octubre.
En ese contexto, la elección parece polarizarse cada vez más entre dos propuestas de país totalmente distintas. Esas propuestas tan diferentes se pueden ver no sólo en los principales candidatos, sino en sus compañeros de fórmulas.
Mientras el líder de extrema derecha, Bolsonaro, eligió como acompañante al general del Ejército Hamilton Mourão, que poco tiempo atrás amenazó con un golpe de Estado, el candidato del PT, Fernando Haddad, eligió como compañera de fórmula a una mujer joven, máxima referente del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Manuela D’Avila.
Tras el atentado sufrido por Bolsonaro y que aún merece una profunda investigación, el general Mourão declaró: “Si quieren utilizar la violencia, los profesionales de la violencia somos nosotros”. Otras declaraciones de ese tipo refuerzan la imagen autoritaria de la fórmula que encabeza las encuestas.
El atentado parece haber favorecido la imagen de Bolsonaro, que luego de la agresión creció al menos cuatro puntos en intención de voto y, según la encuesta de Datafolha, se consolida en el primer lugar con 28%.
Sin embargo, hasta el momento los estudios indican que es tan amplio el rechazo que han generado las actitudes neofascistas, misóginas, homofóbicas y autoritarias de Bolsonaro (quien reivindica los crímenes cometidos durante la dictadura militar brasileña), que en segunda vuelta la tendencia se revertiría y el candidato del PT podría transformase en el nuevo presidente de Brasil.
Este miércoles, Haddad participó por primera vez del debate presidencial. A dos semanas de las elecciones, si la tendencia se mantiene, las posibilidades de que el PT se meta en el balotaje parecen cada vez más firmes. Brasil comienza a ilusionarse con el retorno de la democracia y toda la región comparte el mismo sueño.