Bibliotecarios en lucha tomaron la Secretaría de Cultura provincial

Por Roberto Álvarez Mur

Más de cien personas tomaron el quinto piso de la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires en reclamo de respuestas ante la fuerte crisis presupuestaria que atraviesan las bibliotecas populares de todo el territorio bonaerense. Dirigentes, bibliotecarios, miembros de comisiones directivas e incluso usuario arribaron al lugar en las primeras horas de la mañana de ayer a la espera de la titular de la Dirección de Bibliotecas Públicas ubicada en la sede del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires –actual Secretaría–, quien no se encontraba en el edificio en su horario laboral.

“Hace seis meses que los bibliotecarios no cobran su sueldo y no cobran aguinaldo. Los dirigentes han hecho lo posible vendiendo rifas, poniendo de sus bolsillos; no hay conflicto en ese sentido. Las bibliotecas populares no son cualquier cosa, no es tener un kiosco o vender gomas para autos. No podés tener un país sin bibliotecas públicas”, dijo a Contexto Gustavo Rosas, director de la Biblioteca Popular Sarmiento de la localidad de Tristán Suárez.

“Además de reclamar un solución concreta, queremos denunciar que esto es una cuestión política. La provincia está en emergencia económica y administrativa para resolver la obra pública. Ahora, para las bibliotecas: nada. Nosotros estamos planteando que hay un plan sistemático de cierre de bibliotecas”, expresó el miembro de la Biblioteca Popular Manuel Belgrano de Berazategui, Martín Villa, en diálogo con Contexto.

Representantes de instituciones de Quilmes, El Palomar, Cañuelas, Morón, entre otras, formaron parte de la espera que se extendió durante el resto de la jornada de ayer en reclamo por la delicada situación financiera que atraviesan por falta de fondos. Mientras muchos esperaban en la vereda, observaban de reojo el mural pintado hace dos semanas por el artista plástico Milo Lockett en el frente del edificio, a pedido de Vidal, luego de tapar el mural del artista local Pablo Motta.

“El presupuesto hasta el año pasado era de 6.600 pesos para cubrir adquisición de libros, sueldo de bibliotecario y gastos de mantenimiento”, aclararon los presentes. Desde enero, nunca se volvió a cobrar ese monto, en combinación con las subas abruptas de tarifas. “El presupuesto no va a alcanzar para las más de quinientas bibliotecas populares de Buenos Aires. Van a decirnos que no va a haber plata para todas, sino para la mitad, y ahí sí nos van a decir ‘muchachos, arréglense solos’”, expresó Villa.

“Hace seis meses para siete que no se paga la subvención por ley que corresponde a todas las bibliotecas populares de la provincia de Buenos Aires. Tanto dirigentes como bibliotecarios e incluso muchos usuarios lectores han venido hasta acá”. Entre los movilizados hubo quienes viajaron cientos de quilómetros de todo el territorio bonaerense para concentrar en el quinto piso de la Biblioteca Central de la provincia ubicada en el centro platense. “Hay gente que vino desde Lobos, Cañuelas, San Martín, Ezeiza”.

En la actualidad, las bibliotecas están sostenidas por el acompañamiento y trabajo de la comunidad. Están formadas por socios que integran un comisión directiva que trabaja ad honorem. El único cargo rentado es el de bibliotecario, exigido por Ley. “La biblioteca tiene que contratar un bibliotecario profesional para recibir su subsidio. Con el compromiso que eso confiere en las comisiones directivas, que es responder con cargas sociales. En los últimos seis meses, sin cobrar el subsidio, tampoco las bibliotecas han podido cubrir las cargas sociales, entonces llegan intimaciones de AFIP, bloqueos de cuentas, se puede perder la personería jurídica. Esto no es un capricho”.

Esta situación condujo a que los dirigentes de bibliotecas tengan que aportar sus propios bienes. “Después de la Cruz Roja argentina, el segundo movimiento de voluntarios más importante que tiene el país es el de bibliotecarios. Asociaciones civiles sin fines del lucro”.

“En Gobiernos anteriores podía haber baches, atrasarse dos meses o tres meses, pero este Gobierno directamente no se hace cargo del problema. A nivel Legislatura también hacen lo mismo. Cuando se les pidió un informe y que reglamentaran la nueva Ley que vendría a ser parte de la solución de todo esto, los diputados oficialistas de Cambiemos se negaron, votaron que no debían dar informe. Este Gobierno te promete por el Ejecutivo una cosa y después la Legislatura te dice que no quiere dar informe. ¿Qué clase de política es esa?”.

La biblioteca de la localidad de Juan María Gutiérrez funciona desde hace más de trece años con el subsidio requerido. “Este año, luego del aumento, pasamos de pagar quinientos pesos a pagar más de 2.500 pesos de luz. Ya agotamos todos los recursos posibles”, afirmó un miembro de la entidad.

Por su parte, los presentes hicieron circular una proclama donde focalizaban los reclamos principales:

-Poner al día los subsidios e implementar un cronograma de pagos que respete las fechas.

-Implementar lo antes posible la reglamentación de la nueva Ley de Sistema de Bibliotecas Nº 14.777, superadora del Decreto Ley 9319-1979 de la dictadura.

-Restitución de los puestos de trabajo a los bibliotecarios despedidos.

-Recuperación de las horas quitadas a los bibliotecarios a los que se les redujo el horario.


 

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