Con Crepitar, su nuevo EP, Amara abre un capítulo que expande su sonido y su forma de narrar. El nombre no fue casual: la palabra, cuentan, las atrapó por su fuerza y resonancia: “Crepita lo que se rompe, cruje y suena, algo que se transforma y ahí tenemos la música para contarlo”. La imagen del fuego -que arde, destruye y a su vez calma- les permitió condensar el origen emocional de estas canciones.
Aunque evitan encasillarse, Amara reconoce en su música un pulso rioplatense que atraviesa su identidad. Entre texturas indie, guiños pop y la cadencia de la cumbia y el rock, construyen un paisaje propio donde conviven lo íntimo y lo urbano. “Es un indie suave”, dice Alessia, mientras Araceli admite que a veces simplemente marca “música rioplatense” sin saber del todo por qué, “pero siento que hay algo del río y de La Plata en nosotras”.
Esta mezcla de territorios, épocas y referencias se vuelve parte fundamental del universo sonoro del dúo. Así queda demostrado también en el videoclip de su canción Para Bailar, que grabaron recientemente entre La Plata y Punta Lara.
El EP fue producido por Federico del Río, quien también tocó bajos, algunas guitarras, el piano de Eco y se encargó de la mezcla. Las voces y baterías se grabaron en El Zumbido junto a Matías Olmedo, y el mastering estuvo a cargo de Nahuel Casanotan. El proceso comenzó en agosto de 2024 y culminó con la publicación del disco en marzo de 2025.
A diferencia de A Destiempo, su primer disco, Crepitar fue concebido desde el inicio en formato banda. Alessia pasó de su set acústico a la batería, se sumaron guitarras eléctricas y la intención de “hacer un poco más de ruido”. En las letras, en cambio, el proceso fue más intuitivo. “Primero escribo y después entiendo de qué hablo. Es una manera de ordenar lo que siento”, explica Araceli. El resultado es un EP que recorre amores y desamores nacidos de experiencias sinceras y directas.
Más Allá abre el EP como una declaración de su nuevo sonido, mientras que Me Ves se sumó al final del proceso, casi como un bonus track acústico que cierra el viaje. En vivo, las acompaña Ramiro Bermúdez en guitarra eléctrica y, para esta nueva etapa, se suma Gabriel Bedoy en bajo.
La historia de Amara comenzó en un taller virtual en plena pandemia, donde Araceli y Alessia escucharon las canciones de la otra antes de conocerse en persona. Tras grabar su primer tema juntas, un gesto simple -Ale ofreciéndose a sumar percusión- marcó el inicio del dúo. Desde entonces, construyeron una identidad que combina sensibilidad, presencia y una estética propia en sus escenarios.
Entradas para el 4/12 en Casa Pulsar
El próximo recital será el jueves 4 de diciembre a las 20 h en Casa Pulsar, La Plata (calle 58 entre 5 y 6), el mismo lugar donde tocaron por primera vez. “Vamos a despedir el año como lo empezamos: en el escenario con banda completa”, adelantan.
Entre el ritual y la intimidad, Amara cierra un año que, en realidad, vuelve a abrirse.
