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Crisis social: cuatro de cada diez hogares usaron ahorros o vendieron pertenencias para llegar a fin de mes

Durante el primer semestre de 2025, en pleno ajuste del gobierno de Javier Milei, el 40,8% de las familias debió recurrir a sus ahorros o vender bienes para cubrir consumos básicos.

La crisis económica sigue golpeando la vida cotidiana de las familias argentinas. De acuerdo con el último informe del INDEC sobre las estrategias de manutención de los hogares, cuatro de cada diez familias (40,8%) utilizaron ahorros o vendieron pertenencias en el primer semestre de 2025 para cubrir sus necesidades básicas. La cifra representa un fuerte aumento respecto de 2003, cuando comenzó la serie de esta medición oficial, en ese entonces el porcentaje era del 19,9%.

El estudio, titulado “Estrategias de manutención. ¿Cómo organizan su economía los hogares argentinos?”, analiza los mecanismos que utilizan las familias para sostener su consumo más allá de los ingresos laborales o de transferencias del Estado. 

Según los datos oficiales, el uso de ahorros se duplicó en las últimas dos décadas y se consolidó como una de las principales estrategias para llegar a fin de mes durante el primer semestre de 2025, en pleno ajuste del gobierno de Javier Milei. Ese período mostró que el 37,4% de los hogares gastó sus ahorros y el 9,3% debió vender pertenencias para cubrir consumos básicos, según el INDEC. En conjunto, cuatro de cada diez familias —el 40,8% del total— recurrieron a alguna forma de descapitalización, un nivel inédito desde que existen registros.

https://twitter.com/INDECArgentina/status/1988321077114888390?s=20

El organismo advirtió que esta tendencia refleja el deterioro del ingreso real y la pérdida de capacidad de ahorro de los hogares frente a la inflación y la caída del poder adquisitivo de los salarios.

El relevamiento del INDEC, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), revela que uno de cada cuatro hogares se endeudó en 2025, ya sea a través del sistema financiero o mediante préstamos informales de familiares o amigos. En el caso de los sectores de menores ingresos, el endeudamiento informal predomina: tres de cada diez hogares de estrato bajo solicitaron préstamos, mientras que entre los de mayores ingresos prevalece el acceso al crédito bancario.

Además, la mitad de los hogares argentinos (50,9%) compró en cuotas o al fiado con tarjeta de crédito o libreta, un incremento de casi 30 puntos porcentuales respecto de 2003. El informe subraya que “la financiación de los gastos —sea por vías formales o informales— aumentó considerablemente en los últimos años”, reflejando la creciente dependencia del crédito para sostener el consumo ante la pérdida del poder adquisitivo.

El documento también señala que el 14,6% de los hogares percibió planes sociales o subsidios en dinero, una proporción que triplica la registrada en 2003. En contraste, las ayudas en especie —como alimentos o mercaderías provistas por el Estado, iglesias o escuelas— disminuyeron del 9,4% al 6,3% en el mismo período.

Según el INDEC, estos cambios reflejan un desplazamiento de las estrategias de supervivencia hacia mecanismos monetarios, aunque advierte que el recurso a los planes o subsidios “no logra compensar la pérdida de ingresos laborales ni el deterioro de la capacidad de compra”.

Una economía de resistencia

El informe destaca que el contexto socioeconómico condiciona fuertemente la manera en que los hogares organizan su economía. A veinte años de la primera medición, el panorama muestra una creciente fragilidad: la mayor parte de las familias combina ingresos del trabajo con subsidios, endeudamiento o descapitalización para sostener el consumo.

En síntesis, el 82% de los hogares vive de ingresos laborales, pero cada vez más familias necesitan complementar esos ingresos con estrategias de emergencia. La utilización de ahorros, la venta de pertenencias, los préstamos y las compras financiadas conforman una red de contención que, lejos de representar prosperidad, expone la precariedad estructural y el deterioro social profundizado durante el primer año del gobierno de Milei.