A poco de cumplirse tres años del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, el juicio que investiga a los autores materiales del hecho llegó a su instancia de alegatos, siendo la querella —integrada por los abogados Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira— la primera en intervenir, frente a la presencia de los tres acusados: Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Marcelo Carrizo.
“Brenda Uliarte y Sabag Montiel, a nuestro criterio, actuaron como coautores funcionales del hecho”, dijo Aldazábal en los tribunales de Comodoro Py. La joven, detenida días después que su expareja, fue sindicada como parte clave del armado del plan. “Él quería matar a Cristina, sabía accionar el arma y lo planeó todo con Brenda, a quien quería impresionar”, sostuvo el abogado.
Sobre Sabag Montiel “no hay dudas” de que fue quien intentó disparar a la cabeza de la expresidenta. “Hay registros fílmicos, hay testimonios de las personas que estaban ese día. Está la propia declaración del imputado, que confesó el hecho. Respecto a esto, no hay duda”, señaló la querella.
En cuanto a Uliarte, fue señalada como “organizadora” y se recordó su paso por manifestaciones de Revolución Federal, “donde la consigna era ‘presos, muertos o exiliados’”. “Fue quien tenía las ideas políticas”, indicó el abogado y consideró que “sus aportes se podrían ver como esenciales. Hay una coautoría funcional, que es participar en el plan —que era propio y de Sabag Montiel— y que llevan a cabo los dos”.
Carrizo, sindicado en su momento como el jefe de “la banda de los copitos” —por ser el dueño de las máquinas de algodón de azúcar con las que Sabag Montiel y Uliarte se acercaban a las movilizaciones—, podría verse beneficiado por el pedido de la querella. “No podemos tener la certeza de que Carrizo no tuvo nada que ver, no somos omniscientes. Pero tenemos la certeza, después de todo este proceso, que tuvimos muchas dudas… tenemos la certeza de que no existen los elementos para que lo podamos acusar hoy”, sostuvo el letrado.
En ese sentido, Aldazábal detalló que esto fue planteado por la propia expresidenta, quien pidió apartarlo si no se encontraban las pruebas suficientes. “Ella, que fue perseguida durante años y sigue siendo perseguida de manera irregular, nos dijo: ‘Yo no uso el derecho penal para hacer política, no lo uso para vengarme de nadie, no soy igual a los que me persiguen’”, manifestó el letrado.
Durante los alegatos, la querella aprovechó para renovar las críticas a la jueza que instruyó la causa, María Eugenia Capuchetti. “No hizo nada. Obstruyó todo”, manifestaron.
En ese punto, recordaron los llamados de atención de la Cámara Federal sobre la jueza, a quien le cuestionaron su “arbitrariedad”, así como también la pérdida de información del teléfono de Sabag Montiel. “En 24 horas se arruinó la prueba más importante”,
Asimismo, pusieron el foco en que no investigó la denominada “Pista Milman”. “Los que están sentados aquí son lo evidente. Pero lo que está detrás es lo que Capuchetti no nos permite ver”, indicaron