Por Roberto Alvarez Mur
1- Antes de llamarse Black Sabbath, la banda se llamó Earth, entre 1968 y 1969. Cuando “el sueño se terminaba” para los hippies, para los pibes de barrios pobretones recién empezaba. Con ese nombre no grabaron ni un disco ni fueron reconocidos, pero hay un puñado de canciones demo en Internet archivadas como restos fósiles. De esas grabaciones hay un tema en particular, “The rebel”, que da la sensación de estar escuchando a unos chicos que posiblemente quisieron ser The Beatles pero les tocó nacer en la ciudad y familias equivocadas. “Algún día volveré a un mundo que comprenda”, dice la letra. Ozzy Osbourne tenía 20 años cuando cantó eso. Antes, trabajó como plomero, también como operario de fábrica y como carnicero en un matadero. “Ozzy trabaja en una carnicería”, podría haberse llamado una canción de Moris.
2- En 1971, el grupo Vox Dei lanzó el disco conceptual “La Biblia”, casi en simultáneo al debut homónimo de Black Sabbath. Dios y el Diablo, Quilmes y Birmingham. Chimeneas de fábrica enviándose mensajes de humo entre los conurbanos del mundo. En esa obra monumental del rock pesado argentino, está la canción “Moisés”, con la siguiente letra: “¿Por qué te salvan, niño del río? Es que quizás no debas morir ¿Por qué te salvan, niño del río? Es que quizás debas vivir”. Willy Quiroga tenía 31 años cuando cantó eso. Falleció el año pasado. Poco tiempo antes de su muerte había anunciado su retiro de los escenarios por problemas de salud. “La vida tiene esas cosas”, dijo.
3- El disco “A fondo blanco” de Almafuerte, lanzado en diciembre de 1999 como carta de despedida del siglo XX, incluye la inmensa canción “A vos amigo”. Ese amigo al que Ricardo Iorio le dedica seis estrofas de amor y lealtad no es una persona en particular, sino el propio heavy metal. Y en esa declaración fraternal aparecen, como piedra fundacional, “las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor”. Sobre el final, la canción remata “con rumbo al otro lado vamos vos y yo”. Allí estarán ahora Ricardo y Ozzy, en el otro lado. De este lado, descansan sus cruces y su resplandor.
4- En su libro “V8 un sentimiento” publicado en 1993, Ana Mourin (escritora, compañera de vida de Iorio y coautora de canciones de Hermética) relata que Ricardo escuchó a Black Sabbath en 1979 en la casa de su amigo Chofa Moreno, del barrio bonaerense de Caseros, en cuya puerta principal tenía escrachada a mano la “S” de Sabbath. “Tendrían que subtitular al castellano las letras de Ozzy Osbourne y sus videos ponerlos todos los días en los canales de aire, porque esas cosas son las que pueden llevar a crecer”, dirá Ricardo, 35 años después en una entrevista. Volver al futuro.
5- ¿Escucharon la canción de Los Redondos “Fanfarria del cabrío”? La melodía es todo Black Sabbath, pero sin distorsión. La mitad del disco “Babasónica” de Babasónicos es Black Sabbath, un poco más lento o más rápido, al derecho o al revés. Lo mismo con el riff de “Lo frágil de la locura” de La Renga. “Mi espíritu se fue” de Pescado Rabioso podría estar incluida en el disco “Paranoid”. También “Sándwiches de miga” de Pappo’s Blues. Cada vez que se escuche cualquiera de esas cosas estará Ozzy revoloteando cerca.
6- Es 5 de julio de 2025. Ozzy Osbourne brinda el recital de despedida de su carrera en Birmingham, la ciudad donde empezó todo. Por su estado físico, Ozzy tiene que cantar sentado, en una silla decorada con alas de murciélago. Entona las estrofas de “Mama I’m coming home” y el estadio es un cumpleaños y un réquiem al mismo tiempo. A Ozzy se le corta la voz, se está por largar a llorar. Abajo del escenario, miles de personas lloran con él. El lugar parece la Bombonera en la despedida de Maradona. Desde atrás del escenario, reunidos, lo observan James Hetfield de Metallica, Philip Anselmo de Pantera, Steven Tyler de Aerosmith, y decenas de músicos con la misma mirada de niño del pibe Valderrama, Hristo Stoichkov, Davor Suker y Pablito Aimar mientras Diego decía adiós con los brazos en el pecho. Arriba y abajo del escenario, generaciones que tomaron la antorcha en diferentes épocas para que el fuego no se apague. Y el fuego está ahí frente a ellos, incendiándose en una silla con alas.
7- “Hay bandas que tratan a su público como perdedores”, dijo una vez el cantante Alberto Zamarbide. Después de la separación de V8, Zamarbide armó la banda Logos y compuso “Ven a la eternidad”, cuyo estribillo dice “si puedes creer que yo soy la vida, no morirás jamás, porque yo vencí en la cruz la muerte”. Ozzy pasó a la eternidad esta semana. Y también venció a la muerte.
8- John Michael Osbourne murió el 22 de julio, dos semanas después de su último show. La vida tiene esas cosas, diría Willy Quiroga. El poeta argentino Rodolfo Edwards escribió en su honor: “Gloria eterna a Ozzy. Artaud, Van Gogh, Dalí, Jimi Hendrix, todos consumidos por el mismo fuego, por ser demasiado fieles a los excesos, para pasar del otro lado del espejo, de donde no se vuelve”. De este lado del espejo, en cambio, queda el resto del mundo con una vela en la mano y un disco de Black Sabbath en la otra. Buen viaje, Ozzy. Quizás debas vivir, niño del río, de aquí en más en la memoria y los corazones. Adiós, amigo de todos los tiempos, las plateadas cruces ahora llevan tu nombre. Con rumbo al otro lado vamos todos, nos encontraremos en la periferia de la eternidad.