Médicos y residentes del Hospital Juan P. Garrahan realizaron hoy una conferencia de prensa donde expusieron la crítica situación de este establecimiento pediátrico nacional de referencia por el ajuste que aplica el Gobierno nacional. Sus profesiones denunciaron falta de presupuesto, congelamiento de los salarios y, como consecuencia de esto último, éxodo de médicos al sector privado.
La medida se enmarca en un paro de 96 horas hasta el jueves, iniciado por los residentes quienes reclaman por salarios por debajo de la línea de pobreza, estancados en los $797.061 para jornadas de más de 60 horas semanales y condiciones laborales precarias. La semana pasada también habían llevado adelante una medida de este tipo para exigir una respuesta a las autoridades del Ministerio de Salud que conduce Mario Lugones.
La situación actual pone en riesgo la atención de alta complejidad que brinda el hospital y afecta tanto a los trabajadores como a los pacientes. Los profesionales exigen una respuesta urgente por parte de las autoridades para garantizar el funcionamiento del establecimiento y la salud de los niños y niñas que se atienden allí.
Durante la conferencia de esta mañana, jefes médicos de distintas especialidades leyeron una carta en la que manifestaron su preocupación por el vaciamiento del hospital y la falta de respuesta por parte del Gobierno libertario. Señalaron que durante todo el año 2024 y lo que va de 2025 no cesó el deterioro de sus salarios por el techo salarial de alrededor del 1% mensual que impuso la gestión libertaria, inferior al avance inflacionario.
Mariano Boglione, coordinador del Centro Quirúrgico del hospital, remarcó el valor del Garrahan por ser un “centro de referencia nacional en salud pediátrica de alta complejidad” donde se atiende a niños con cáncer, cardiopatías, enfermedades neurológicas y enfermedades muy poco frecuentes. A la vez que “se trasplantan órganos sólidos y también de médula ósea, se cuidan a bebés que nacen con patologías complejas y se acompaña a niños y niñas de todo el país sin importar su condición social o su situación económica”.
“El Hospital está siendo víctima de una política de destrucción del Estado”, denunció Pedro Zubizarreta, Jefe del Servicio de Hematología y Oncología en diálogo con la AM 750. Agregó que como el Gobierno no lo cierra, su mecanismo para vaciarlo “es un desgaste permanente afectando la retribución salarial de sus trabajadores”.
En tanto, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) presentó un recurso de amparo contra el DNU 340/25, que restringe el derecho a huelga en servicios esenciales por lo que se deberá garantizar un funcionamiento de entre 50% y 75% en caso de estar en conflicto. Norma Lezana, secretaria general de la APyT, señaló que «el gobierno de Milei y Lugones están preocupados por garantizar la salud de nuestros pacientes, pero no atienden el reclamo que venimos haciendo desde hace un año y medio».
También alertaron por el éxodo de profesionales hacia el sector privado donde tienen mejores ingresos. En concreto, más de 200 profesionales de planta han renunciado en los últimos meses debido a los bajos salarios y la falta de presupuesto, según datos de la APyT. «Estamos camino a cerrar por goteo», advirtieron desde la Asociación.
Vale remarcar que ese éxodo pro el vaciamiento del Hospital implica una crítica situación ya que, en el caso de las enfermedades oncológicas, el 80% de los niños el 80 % de los niños y niñas con cáncer se atienden en el sistema público y el 40% lo hace en el Garrahan, según un informe del prestigioso Hospital.
El Hospital Garrahan es un centro pediátrico de referencia en Argentina y América Latina. Es financiado en un 80% por el Estado nacional y en un 20% por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Desde sus inicios ha brindado atención gratuita y especializada a niños, niñas y adolescentes de todo el país, especialmente en casos de alta complejidad.
Anualmente, realiza más de 12.000 cirugías, más de 110 trasplantes y atiende alrededor de 610.000 consultas ambulatorias. Además, trata aproximadamente el 35% de los casos de cáncer infantil en Argentina y realiza el 50% de los trasplantes pediátricos del país.