Por Miguel Croceri (*)
Nunca como ahora las gigantescas empresas trasnacionales con sede en Estados Unidos y que tienen negocios en Argentina (igual que en la mayor parte del mundo), han mostrado impúdicamente su poderío como si el derecho a decidir los destinos del país fuera suyo.
Nunca como ahora los narcotraficantes y otros grandes delincuentes de distintos negocios criminales, estuvieron tan cerca de conseguir enormes facilidades para que sus fortunas malhabidas puedan ingresar a la economía legal como si fuese dinero ganado de manera lícita.
Nunca como ahora existió tanto peligro para las fuentes de trabajo y la propia residencia de miles de familias en la región más austral del país, debido a que Javier Milei resolvió otorgar vía libre a la invasión de artículos electrónicos importados, y así desmantelar el sistema de fomento a la industria nacional que rige para la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur -o Tierra del Fuego AIAS-.
(Esa provincia fue reconocida como tal mediante una ley de 1990. A la denominación tradicional “Tierra del Fuego” suelen agregarse las iniciales “AIAS”, para identificar a los territorios continentales y marítimos de “Antártida e Islas del Atlántico Sur”, que incluyen a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, entre otras. Información oficial del gobierno de Tierra del Fuego AIAS).
El gobierno argentino actual y las corporaciones económicas -entre otros poderes de facto de aquí y del exterior- que tomaron el control del Estado, están transformando radicalmente a la Nación. Su objetivo es imponer un libertinaje capitalista cada vez más cruel y violento, al que Milei denomina “capitalismo de libre empresa”.
Los directivos que en nuestro país representan a empresas estadounidenses, aplauden al mileísmo y esperan que en las elecciones legislativas de octubre de este año se consolide el contubernio U + D (ultraderecha más derecha, a la cual se suman partidos provincialistas como los de Neuquén, Río Negro y Misiones), es decir la alianza parlamentaria que por lo general consigue formar mayorías en las cámaras del Congreso.
Esas presiones empresarias se exhibieron de forma pública en las recientes deliberaciones de la “Am-Cham” en Buenos Aires. “Am-Cham” es la abreviatura en inglés de “American Chambers of Commerce”, en castellano “Cámara de Comercio de Estados Unidos”. La poderosa organización está dirigida por jerarcas locales de firmas como el banco J.P. Morgan, la tarjeta Visa, la petrolera ExxonMobil, Cargill, Citibank, laboratorios Pfizer, fábricas químicas Dow Chemical, Microsoft, American Express, por citar solo algunas marcas muy conocidas. (Para más información, ver página web de AmCham).
Elecciones, derechos laborales, litio y cobre
Durante la “Summit” (en castellano “cumbre”) que tuvo lugar días atrás, el presidente de la cámara -y jefe de las sucursales del banco Morgan en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia- Facundo Gómez Minujin, elogió al gobierno por lo que llamó “señales alentadoras”. Enumeró entre ellas “la reducción del déficif fiscal, el dinamismo de sectores como el tecnológico, el energético o el agroindustrial, y una renovada confianza de inversores estratégicos. Pero el desafío es consolidar estas señales en un rumbo claro y sostenido”, dijo con palabras elegantes, como una forma apenas disimulada de presionar para que se siga aplicando y se profundice el modelo de saqueo a las riquezas del país y a la economía de las familias.
También demandó profundas reformas laborales e impositivas. La referencia a lo “laboral” apunta a desmantelar la legislación que, al menos a trabajadoras/es tanto del sector privado como del público que todavía se desempeñan en empleos formalizados como tales, les reconoce por ejemplo los derechos a indemnización por despido, cobertura de salud, pago de horas extras, descanso semanal, vacaciones pagas y aguinaldo, entre otros. Gómez Minujin se permitió incluso reclamar que en nuestro país se lleve adelante “una revolución educativa”. Es decir que si se aceptaran sus pretensiones, la educación argentina debería diseñarse según la ideología de empresas de Estados Unidos.
(Los conceptos aquí destacados constan en un artículo que publicó el sitio especializado en información económica I-Profesional. Nota del 20/05/25). A su vez, una crónica de La Política Online titulada con cierta ironía “Ahora los empresarios dicen que van a invertir cuando baje el riesgo-país”, interpretó en un párrafo otras expresiones del presidente de AmCham: “Para acceder al mercado de capitales, el gobierno tendría que ganar las elecciones de octubre y encarar las reformas estructurales: laboral, previsional e impositiva”. Nota del 10/05/25).
(El portal elDiarioAr resumió asimismo la “cumbre” de AmCham en el inicio de las deliberaciones: “La apertura de un foro de empresas estadounidenses radicadas en el país dejó en claro los intereses de Estados Unidos en Argentina, en línea con la relación de absoluto alineamiento que estableció Javier Milei con Donald Trump. Las firmas extranjeras exigieron que el gobierno reduzca los impuestos y reclamaron una flexibilización laboral, así como la embajada norteamericana señaló explícitamente el interés de Washington sobre los minerales críticos que existen en nuestro país, puntualmente el litio y el cobre”. El comentario fue titulado “Empresas de EEUU piden menos impuestos y la embajada señala el interés de Trump por el litio argentino”. Nota del 20/05/25).
Despoblar la provincia más austral
En fechas cercanas al nuevo aniversario de la Revolución de Mayo de 1810, como una deliberada burla a los sentimientos patrios, durante los últimos días la ultraderecha gobernante redobló su ofensiva contra nuestro país y a favor de la dominación extranjera.
La semana pasada se oficializó la reducción arancelaria para traer del exterior artículos electrónicos, tales como teléfonos celulares, televisores, monitores, consolas de juego y equipos de aire acondicionado. De ese modo se otorgó vía libre a la invasión de artículos importados que destruyen a la producción nacional y arrasan los puestos laborales.
La decisión de Milei, anticipada poco antes y consumada mediante decreto presidencial, puso en vilo a la sociedad y al gobierno de la provincia más austral del mundo, donde hasta el momento se elaboraban mayormente ese tipo de productos.
Gran parte de la población de Tierra del Fuego AIAS vive de su trabajo en las respectivas fábricas, especialmente en Río Grande -una de sus dos ciudades, además de la capital Ushuaia, las cuales conforman las áreas urbanas provinciales junto con la localidad de Tolhuin-.
La situación genera honda preocupación y angustia en la comunidad fueguina, y se reflejó en protestas populares y huelgas. El pasado miércoles (21/05) se desarrolló un paro general, con especial protagonismo de las/los trabajadoras/es metalúrgicas/os y un masivo apoyo del conjunto de la ciudadanía. Hacia el final de la semana hubo un acuerdo con el sector empresario, que aceptó garantizar los puestos de trabajo hasta el 30 de diciembre. (Informe del diario cooperativo Tiempo Argentino, nota del 23/05/25).
Como es habitual, los hechos son ocultados por las poderosas cadenas mediáticas porteñas que impregnan a la opinión pública de todo el país, y determinan en gran medida cuáles son los temas de conocimiento e interés colectivo.
El peligro que amenaza con obligar al éxodo masivo de miles de familias que habitan el extremo sur de la Nación y le dan vida al lugar, llevaría a los hechos la declaración realizada en marzo pasado por el economista de ultraderecha y pro-norteamericano Demián Reidel, quien es jefe del Consejo de Asesores de Milei, aunque nunca aparece en los medios de comunicación. Ante empresarios multimillonarios -hablándoles en inglés-, y tras resaltar el potencial energético, tecnológico y agroindustrial del país, el influyente funcionario dijo que “el problema es que estas áreas están pobladas por argentinos”. (Crónica del portal Política Argentina, nota del 22/03/25).
“Dólares del colchón”
El gobierno argentino está llevando a niveles extremos su apuesta por implantar definitivamente la dominación de los grandes capitales por encima del conjunto de la sociedad. Cada vez se cuida menos de cualquier apariencia, y ahora directamente está a punto de legalizar la criminalidad económica.
Debido a una combinación de fanatismo ideológico por otorgarle más poder a la usura financiera local e internacional, y al mismo tiempo su necesidad de conseguir respaldo en moneda estadounidense para que no se derrumbe el esquema de baja inflación y dólar barato -la “plata dulce” que le permite, a sectores que poseen capacidad de ahorro, comprar productos importados y/o viajar al exterior-, el mileísmo se lanza a captar dinero que permanece escondido de los controles estatales.
El proyecto fue presentado este jueves (22/05) con el ampuloso nombre de “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”. Consta de decisiones adoptadas por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, ex-AFIP), por la Unidad de Información Financiera (UIF, organismo que debe vigilar la licitud y legalidad de los grandes movimientos de dinero) y por el Banco Central. Otras cláusulas requieren de una ley que deberá tratarse en el Congreso. (Reseña del diario Ámbito, nota del 22/05/25).
En los discursos públicos, que en estos casos se propagan inmediatamente hacia el conjunto social, el nuevo esquema legal-monetario-financiero es mencionado de modo informal como los “dólares del colchón” (por el mito popular de que en viejas épocas, para protegerlo de robos, el dinero ahorrado se guardaba debajo o en el interior de los colchones).
Pero el mayor éxito de la propaganda oficialista para legitimar la maniobra reside en la marketinera consigna “tus dólares, tu decisión”, cuyo significado implícito -aunque fue explicitado en el anuncio oficial de la medida- es que “el Estado no se mete con lo que vos quieras hacer con tu plata”. Se trata de un certero golpe publicitario que empatiza perfectamente con el sentido común dominante en el imaginario de la sociedad argentina actual.
La estrategia del gobierno facilita el lavado o “blanqueo” -es decir el ingreso en el circuito económico legal- de fondos que eventualmente provengan de actividades ilegales como la evasión de impuestos, y de delitos criminales como la trata de personas, el terrorismo y el narcotráfico.
(“Dólares bajo el colchón ‘¿Es un plan para narcos?’”, es el título de un texto de diario Perfil y Bravo-TV que recoge opiniones vertidas en un programa televisivo. Nota del 22/05/25). Poco antes de los anuncios oficiales, Página 12 publicó un análisis del periodista Raúl Kollmann con explicaciones de expertos, titulado “Luz verde a los narcos: las peligrosas consecuencias de la amnistía que impulsa Milei”. Nota del 21/05/25).
El régimen gobernante vuelve a la pesca de más y más dólares, aparte de los 23.000 millones que consiguió el año pasado mediante el blanqueo de capitales, y de otros 12.000 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de entregarle en abril, debido al pacto de Milei con el gobierno estadounidense de Donald Trump.
Aún resta saber si el flamante dispositivo caza-dólares recibirá alguna objeción del Grupo de Acción Financiera Internacional, “GAFI”. Este nombre y su sigla surgen de traducir la denominación en inglés de la Financial Action Task Force, “FAFT”. Es un organismo integrado por 40 miembros, entre ellos el Estado argentino, que fuera creado en 1989 y tiene sede en París.
Según la información oficial, dicho organismo “establece estándares internacionales para garantizar que las autoridades nacionales puedan perseguir eficazmente los fondos ilícitos vinculados al narcotráfico, el tráfico ilícito de armas, el fraude cibernético y otros delitos graves. En total, más de 200 países y jurisdicciones se han comprometido a implementar los estándares, como parte de una respuesta global coordinada para prevenir la delincuencia organizada, la corrupción y el terrorismo”. (Ver página oficial del GAFI). https://www.fatf-gafi.org/en/the-fatf/who-we-are.html
Por ahora el mileísmo arremete y el libertinaje capitalista avanza. La injerencia de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham) en asuntos soberanos de Argentina, así como las decisiones del gobierno que pretenden arrasar la industria de Tierra del Fuego AIAS por un lado, y por otro facilitar el lavado de dineros de cualquier origen, deja a la vista cómo aumentan en nuestro país el poderío de las empresas extranjeras y la creciente complicidad con los narcos.